Una 'botellona' en copa de balón

Los vecinos del Arenal sufren desde hace años la movida A pesar de la sentencia del Supremo, lamentan la pasividad del Consistorio

Un nutrido grupo de personas, copa en mano, a las puertas de un establecimiento de la calle Arfe.
Un nutrido grupo de personas, copa en mano, a las puertas de un establecimiento de la calle Arfe.
J. Parejo

09 de diciembre 2013 - 05:03

En muchas zonas de Sevilla tienen problemas con la movida y sus efectos nocivos para la convivencia y el descanso, pero si hay un barrio que está especialmente afectado, desde hace varios lustros, es el Arenal. Víctima de la botellona que invadía sus calles en los años 90, Antonio Fernández, vecino y presidente de la asociación Torre del Oro consiguió que el Tribunal Supremo emitiera una sentencia que condenaba al Ayuntamiento a actuar contra la movida para proteger a los vecinos. Aquel histórico fallo hizo que la botellona se disolviese, aunque ha vuelto, desde hace unos años, pero de otro modo.

Ahora son jóvenes, que rondan los 30 años, los que se concentran a las puertas de las decenas de bares que se han multiplicado en los últimos años, a pesar de ser una zona saturada, para tomar copas. Desde la asociación de vecinos son claros: "Hay una sentencia firme que se tiene que hacer cumplir. La normativa municipal tampoco se impone y el máximo responsable de todo esto es el alcalde. Cualquier día va a pasar algo porque el público está bebido y nosotros muy cabreados".

La calle Arfe, y sus adyacentes, y Adriano son los principales focos. Los vecinos denuncian que apenas pueden llegar a sus casas, que es imposible acceder con el coche y que se tienen que enfrentar a insultos, vómitos, orines, incluso a amenazas veladas. Ahora, con la llegada de las fiestas navideñas, el problema se multiplica: "Las tiendas tradicionales han desaparecido y se convierten en bares. Hay tablaos disfrazados de abacerías... No hay derecho al descanso. Los niños tienen que dormir en las cocinas por ser la zona más alejada de la calle y quien tiene una casa fuera se va allí a pasar el fin de semana. Los daños psicológicos y de salud son enormes".

Por todo ello, los vecinos están en contacto con el Defensor del Ciudadano, José Barranca, la delegada del distrito, Amidea Navarro y la unidad de Policía Local de Relaciones Sociales. En estos agentes están encontrando gran implicación, aunque también son conscientes de que por la falta de efectivos no pueden llegar a todos sitios. "Están yendo y se están preocupando mucho. Antes estábamos totalmente desamparados. Parece que Amidea Navarro está interesándose también. Pero obviamente es insuficiente". El pasado viernes 29 la Policía Local instaló un dispositivo en la zona y se multó a siete personas por beber en la calle. Los vecinos esperan que se repita para acabar con las molestias para que puedan vivir.

stats