El Ayuntamiento de Sevilla puso en marcha en octubre de 2012 uno de los programas con mayor presupuesto del mandato. Se trata de los 48 millones que el gobierno de Zoido invierte en el mantenimiento de diferentes zonas verdes de la ciudad. El macrocontrato está dividido en seis lotes. El lote 1 fue adjudicado a la UTE Valoriza Servicios Medioambientales y Cointer Concesiones, S. L. El lote 2 recayó en la UTE Conversa- Aldilop S.L. El lote 3 en la UTE Fitonovo-Limpiezas Lorca, S.L. El lote 4 lo tiene la UTE Zona Verde-Bremacons Servicios Ambientales S.L. El lote 5 fue para la UTE Aljarafe Medio Ambiente Althemia. Y el lote 6 lo tiene Juan Antonio López Reyes.

La junta de gobierno aprobó antes de ese verano el pliego de condiciones para sacar a concurso un contrato para el servicio de conservación y mantenimiento de zonas verdes y de los árboles de la ciudad. Este contrato supuso la creación de 128 puestos de trabajo. Su particularidad radica en que abarca no sólo los servicios de jardinería que hasta ahora tenía externalizados el Ayuntamiento (un 80% de las zonas verdes de la ciudad), sino que incluye el cuidado de 300 nuevas hectáreas. En esta nueva superficie figuran terrenos en el Parque del Tamarguillo, Jardines de Hércules, Miraflores, San Jerónimo, Guadaíra o el Charco de la Pava. En total, casi un un 40% más de superficie respecto de lo que se estaba cuidando hasta ahora.

El área de parques y jardines del Ayuntamiento se preocupaba de una pequeña parte de las zonas consideradas verdes de la ciudad, alrededor de un 20% del total. La atención se centraba casi con exclusividad en los tradicionales recintos del Parque de María Luisa, los Jardines de Murillo, los Jardines del Cristina, la Buhaira y el parque de los Príncipes. Ante la escasez de funcionarios municipales para atender más zonas, el resto de los parques y jardines se mantenía mediante contratos con empresas especializadas.

Este nuevo modelo de contrato permite unificar las tareas y su control, como se puede apreciar en el pliego de condiciones. El plan que conlleva este contrato afecta a 180.000 árboles y a 700 hectáreas de parque y zona verde. Entre las tareas que ejercen las empresas adjudicatarias figuran el riego, el abonado, el mantenimiento y la reposición de céspedes, praderas y cubiertas vegetales, así como del arbolado, arbustos y palmeras hasta la propia poda y la recogida de frutos -sobre todo naranja amarga-, el tratamiento específico en las palmeras afectadas por el picudo rojo o la conservación de zonas habilitadas para perros. La poda, una de las grandes demanda de los vecinos de todos los distritos, quedó incluida en este contrato. Además, se reparan alcorques, se acometen labores específicas de limpieza y se gestiona y conserva árboles singulares. También se observa una gestión concreta de áreas forestales, incluido un plan de defensa contra incendios, y un programa que incluye los servicios de apertura y cerramiento de parques.