Sevilla

Las aulas como alternativa al paro

  • El alumnado de las enseñanzas posobligatorias se ha disparado un 30% desde que estalló la crisis. El aumento en seis años de las matriculaciones en FP duplica al del Bachillerato.

Los institutos se han convertido en una sólida alternativa para los jóvenes sevillanos ante la precariedad del mercado laboral. En seis años el incremento experimentado en las matriculaciones de las enseñanzas posobligatorias (a partir de 16 años) ha rozado el 30%, una subida en la que han influido notoriamente los Ciclos Formativos (antigua FP), cuyo aumento en dicho periodo duplica al registrado en Bachillerato. Esta tendencia se entiende por los nuevos nichos de empleo, en los que muchas empresas buscan a trabajadores con un perfil más técnico.

Las puertas de los institutos vuelven a abrirse. Comienza el curso en Secundaria, enseñanzas posobligatorias, de régimen especial y en centros de adultos. En total, según datos facilitados por la Delegación territorial de Educación, son 213.668 alumnos los que se incorporan a las clases en 519 centros.

Si algo ha cambiado en estos años de penuria económica ha sido, sin duda, la importancia que muchos jóvenes sevillanos han otorgado a los estudios después de que la facilidad de inserción laboral en el sector de la construcción se acabara tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. Echar la vista atrás evidencia dicha afirmación. En 2008 el número de alumnos que cuando acababan la ESO (la última etapa de escolarización obligatoria) seguían en las aulas alcanzaba los 44.416. Seis años después esta cifra se sitúa en los 57.726, o lo que es lo mismo, un 30% de incremento.

En este aumento han tenido especial importancia los Ciclos Formativos, que se han consolidado como la gran alternativa de los jóvenes sevillanos ante la falta de trabajo. Hace seis años, en el arranque de curso, eran 20.592 alumnos los que estaban matriculados en esta enseñanza de grado medio y superior. En 2014 son 28.763 estudiantes (15.419 en grado medio y 13.344 en el superior), lo que supone en términos porcentuales un crecimiento que roza el 40%.

El crecimiento de la FP duplica al registrado en las matriculaciones de Bachillerato desde 2008. Aquel inicio de curso eran 23.824 alumnos los que ocupaban plaza en esta etapa preuniversitaria. Este año la cifra la componen 28.864 bachilleres, un 21% más que en aquel entonces.

En esta trayectoria ha habido cursos, incluso, en los que la FP ha superado en alumnado al Bachillerato en la provincia de Sevilla. Ocurrió el año pasado, cuando en septiembre hubo 627 alumnos más de Ciclos Formativos que de bachilleres. Este curso, sin embargo, el Bachillerato vuelve a superar -aunque por la mínima- a la FP en poco más de cien estudiantes después de haber experimentado un crecimiento del 1%, mientras que la enseñanza preuniversitaria lo ha hecho en un 3,67%.

Al espectacular incremento de la FP ha contribuido la búsqueda por parte de las empresas, no sólo españolas, sino del resto de Europa, de un personal con alta cualificación técnica.

El primer día para la nueva FP Básica

Además de curso, los institutos sevillanos estrenan este lunes nueva enseñanza. Se trata de la Formación Profesional Básica (FPB), una de las novedades que incorpora la Ley para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) que se aplica por primera vez este año. La FPB sustituye a los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) que han funcionado hasta el curso pasado. Sin duda, ha sido uno de los puntos más polémicos y que más confrontación política ha suscitado de la denominada Ley Wert, pues muchos partidos, sindicatos y representantes de la comunidad educativa consideran que se trata de una vía muerta para los alumnos que fracasan en la enseñanza obligatoria.

A esta nueva FP accederán aquellos estudiantes de tercero de ESO por recomendación del equipo docente de los institutos. Se trata de alumnos que fracasan en la Secundaria después de haber pasado por las distintas medidas curriculares para que no abandonen dicha etapa. En definitiva, se trata de otorgar una formación técnica básica con la que estos jóvenes cuenten con más posibilidades de encontrar una inserción laboral. Consta de dos cursos.

Este año se pone en marcha el primero en 21 módulos, los mismos de  los que constaban los PCPI, aunque en un principio la Junta sólo ofertó 14, lo que obligó a abrir un nuevo proceso de escolarización que concluirá a finales de septiembre. Por tanto, las clases de FPB comienzan sin que aún se sepa el número concreto de alumnos que la cursarán por primera vez. El delegado territorial de Educación, Francisco Díaz, adelantó el miércoles que probablemente sean 1.200 los que se matriculen. Los jóvenes de la nueva FP han de tener entre 15 y 17 años. La Junta decidió "mejorar" el proyecto del Gobierno central para esta enseñanza, motivo por el cual redujo la ratio máxima de 30 a 20 alumnos por aula para mejorar la calidad de la enseñanza y amplió el número de horas de las asignaturas troncales en 100, de manera que dichos estudiantes estén bien preparados para obtener la titulación en ESO, una posibilidad que el primer borrador que redactó el Ministerio de Educación no contemplaba, lo que provocó las críticas de la oposición, sindicatos y familias.

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