A Pedro Angelina le da la risa floja cada vez que ve llegar a alguien dispuesto a hacerle una entrevista. Reparte abrazos entre los vecinos del Tardón y besa las manos de las periodistas que le piden con insistencia que les cuente su historia, la de un tipo que vende pañuelos en un semáforo y un día se encontró un maletín con más de 3.000 euros en su interior. Angelina, nacido en Lagos (Nigeria) hace 35 años, llamó a la Policía y devolvió la cartera con todo su contenido íntegro. Ayer, al tiempo que le felicitaban, los vecinos le repetían una y otra vez la misma frase: "Eres tonto, Pedro".

Este inmigrante nigeriano llegó a Sevilla hace quince años procedente de Manchester, donde pasó dos años tras salir de su país. Lo hizo con un contrato de trabajo bajo el brazo. "Era el tiempo de José María Aznar en el Gobierno. O venías con un contrato o te expulsaban", dice. Angelina vino para trabajar dando clases de inglés en una academia situada en Viapol. Allí estuvo unos años. Luego fue extra con los Morancos. "Si buscáis en internet me veréis en los vídeos del top manta, por detrás de ellos, de figurante. Estuve trabajando con ellos por lo menos tres años, de 2006 a 2008".

Desde hace cinco estudia Medicina en Sevilla. Dice que tiene el título en su país pero que no puede ejercer en España porque no lo puede convalidar. "Si Dios quiere, me especializaré en medicina general", explica, mientras apremia a los periodistas porque tiene que irse a la Facultad. Las mañanas las pasa en los semáforos de la confluencia de la calle Juan Díaz de Solís con la avenida de Rubén Darío. Como cientos de africanos en Sevilla, vende pañuelos de papel, aunque no quiera decirlo por vergüenza.

El día 3 de diciembre vio caer un maletín del techo de un coche, donde el dueño se lo había dejado olvidado. Al iniciar la marcha, el maletín cayó al suelo. Pedro Angelina lo cogió y no le dio tiempo a llamar la atención del conductor. "No quise abrirlo por miedo. Pensé que podía ser algo peligroso, drogas o explosivos. Por eso llamé a la Policía". Cuenta que conoce a los policías del barrio -el cuartel de Blas Infante está situado a unos 300 metros- y que no tardaron en llegar ni cinco minutos.

"Cuando llegaron, abrieron el maletín y vieron que estaba lleno de dinero y de cheques", relata. En el interior del maletín, los policías hallaron dos sobres, uno con 3.150 euros en efectivo y otro con seis cheques por un importe aproximado de 13.000 euros, además de diversa documentación, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía en un comunicado. Los agentes de la comisaría del distrito Triana hicieron gestiones para localizar al dueño del maletín, que resultó ser un sevillano de 42 años.

Tras recuperar sus pertenencias fue a ver a Pedro Angelina para agradecerle personalmente su gesto. "Vino a darme las gracias y me dio una propina. Yo no quise aceptarla, pero él me metió el dinero en el bolsillo del abrigo", explica, siempre entre risas, besos y abrazos. Algunos vecinos se acercan para felicitarle. "He oído la noticia en la radio esta mañana pero no sabía que había sido Pedro", dice uno de ellos. "Es un buen tipo, está siempre aquí y todos le conocemos. Es muy amable, muy religioso y siempre está ayudando". Otra vecina, a la que Pedro le deja su mochila para que no lo saquen con ella en la foto, le dice con guasa la frase que lleva oyendo desde el 3 de diciembre: "Eres tonto".

"De tonto nada", responde, y por una vez se pone serio. "El amor de Dios está por encima de cualquier dinero. Mientras tenga para comer no me hace falta más. Vivo con lo que me manda mi padre, que es jefe de policía en Nigeria". Pedro lleva ocho años ayudando en misa y colaborando con la parroquia de San Joaquín. Juega al fútbol en San Juan y en Navidades se viste de rey mago en los centros educativos del barrio. El día 20 será Baltasar en el colegio Santa Ana.