La investigación es -o debería serlo- uno de los pilares básicos de toda enseñanza superior. La Universidad de Sevilla puede presumir de cumplir con tal principio. Al menos, en cifras. Esta institución académica se posiciona como la tercera de España, dentro de las de carácter público, en la solicitud de patentes nacionales. Esto es, en el registro de los resultados de una investigación. Así lo constata el último informe elaborado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), que, bajo el título de Las universidades españolas. Una perspectiva económica 2014, analiza numerosos aspectos de estos centros de enseñanza, desde los puramente económicos a los científicos.

La universidad, además de la transmisión de conocimientos, tiene un fin fundamental que en los últimos tiempos se ha convertido en un instrumento necesario para el desarrollo social: la investigación. Este término, en el que redundan los rectores de dichas instituciones y los políticos, acapara una importante -por no decir la principal- parcela de estos centros. Uno de los aspectos utilizados para valorar la importancia del mencionado ámbito en las universidades son las solicitudes de patentes. Es decir, las peticiones para que un producto o servicio nuevo se registre. Con este procedimiento se consigue que los derechos de creación queden asociados a una universidad, pues son resultado de un proceso de investigación, generalmente, llevado a cabo por grupos creados al efecto.

Este dato es precisamente en el que la Hispalense consigue uno de los escalafones más altos dentro de los distintos aspectos analizados por el mencionado informe. En concreto, la Universidad de Sevilla ocupa el tercer puesto entre las 48 instituciones españolas de carácter público analizadas en el estudio. Además, se encuentra a la cabeza de Andalucía por número de patentes solicitadas entre 2000 y 2012. Los registros presentados en dicho periodo ascienden a 335, un 6,2% del total nacional y un peso del 29% dentro de la comunidad autónoma.

En Andalucía, por detrás de la Hispalense se sitúa en número de patentes la Universidad de Granada, con 217 en esos doce años, seguida de la de Málaga (188), Cádiz (114), Córdoba (87), Almería (65), Jaén (57) y Huelva (56). Cierra este listado autonómico otra sevillana, la Olavide, con 28. Los datos facilitados por la Universidad de Sevilla - a falta de cerrar los de 2014- constatan el número de patentes solicitadas a nivel nacional los cuatro últimos cursos. Así, en 2010 se pidió registrar la marca de 40 logros. En 2001 esta cifra ascendió a los 51, en 2012 fue de 45 y en 2013 de 46.

Aunque con un número menor, resulta destacable que la Hispalense se posiciona como la primera universidad española en número de productos o servicios que se han presentado a la OEPM (Oficina Española de Patentes y Marcas) para obtener un registro que permita su protección internacional en 148 países, el denominado PCT. Entre 2004 y 2012 se solicitó tal denominación para 154 resultados de diversas investigaciones desarrolladas en los distintos departamentos de esta universidad. Dicha cantidad supone el 10,2% de las presentadas para tal categoría en toda España, mientras que en Andalucía el porcentaje alcanza el 32,7%. La región andaluza, en este sentido, se posiciona como la primera comunidad en solicitud de patentes PCT, el mismo escalafón que en los registros nacionales.

Detrás de Sevilla se sitúa Granada con 82 registros de protección internacional en el mencionado periodo, seguida de Málaga, con 80, y Cádiz, con 68. El resto de las universidades andaluzas se encuentran más alejadas en las tabla, sin superar la veintena. Así, Córdoba ha pedido la patente PCT para 19 productos o servicios diseñados en sus facultades. Cifra algo menor es la de Jaén, con 16. La de Almería y la Olavide cierran el listado empatadas a 12. Lo que no recoge el informe son las peticiones presentadas en la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual), de las cuales no se dispone de datos.

Desde 2010 a 2013 ha fluctuado bastante el número de registros PCT demandados por la Hispalense. En 2010 no pasaron de la decena, mientras que en 2011 llegaron a 33. Un año después alcanzaron los 41, el pico más importante de dicho periodo, y en 2013 bajaron a 25. El hecho de que la solicitud para este tipo de registros sea inferior a los nacionales obedece principalmente al coste, pues el procedimiento para una patente PCT supone un desembolso aproximado de 6.000 euros.

La producción científica es otro dato relacionado con los anteriores que también estudia el informe de la Fundación CYD. En este caso se analizan las publicaciones sobre distintos ámbitos de la ciencia que proceden de las universidades. La Hispalense ocupa un puesto privilegiado en un ranking elaborado entre las instituciones que realizaron un mínimo de 100 publicaciones en 2012. La Universidad de Sevilla es la décima en toda España, con 9.989 publicaciones entre 2008 y 2012. Sin embargo, en este listado la Universidad de Granada la aventaja con bastante diferencia, al llegar a las más de 11.800 publicaciones en dicho periodo, cantidad que le hace valer el séptimo puesto nacional.

Estas dos instituciones se distinguen claramente del resto de las andaluzas en su producción científica. No en vano, la tercera es la de Málaga, pero con la mitad de las publicaciones de la Hispalense, al quedarse en 4.872. La siguen Córdoba, con 3.853, Jaén (2.586), Cádiz (2.314), Almería (2.228), la Olavide (1.868) y Huelva (1.638). Dentro de las áreas temáticas, es en la de Ingeniería donde la Universidad de Sevilla ocupa el puesto más relevante, al situarse en el cuarto escalafón a nivel nacional con 1.312 publicaciones. Con el sexto se hace Ciencia de los Materiales, con una producción de 689 obras.

En cuanto a la excelencia de estas publicaciones, las dos universidades sevillanas acortan la distancia y se alejan de la Universidad granadina. La Hispalense ocupa el puesto número 13, mientras que la UPO está en el 29. La de Granada es octava.