Como si fuera un espejismo. Aquéllos que pasaron el verano pasado en tierra hispalense han de ser conscientes de que las temperaturas livianas que se registraron son -valga el tópico- la excepción que marca la regla. Todo apunta a que este año el termómetro dejará de ser benevolente y superará en varias ocasiones los 40 grados. Así lo adelantó ayer el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Andalucía, Luis Fernando López Cotín, según el cual se prevé una estación estival bastante tórrida y con más de una ola de calor. Comienza así un periodo que ha venido precedido de una primavera también bastante calurosa, en la que se han marcado récords en dos días concretos: el 31 de marzo (que fue Martes Santo) y el 13 de mayo.

El verano no dará tregua. Para bien de los que hacen su negocio en el litoral y para mal de los que se quedan en los municipios de interior. La nueva estación comenzará el próximo domingo a las 18:38. Arrancará entonces un periodo que, según las predicciones de la Aemet, poco tendrá que ver con el del año pasado. Si el verano de 2014 se caracterizó por unas temperaturas por debajo de la media, éste que ahora se inicia será todo lo contrario. En concreto, el año pasado sólo se alcanzaron los 40 grados en tres ocasiones, con temperaturas medias en julio y agosto que estuvieron, incluso, por debajo de lo normal.

En aquella ocasión el calor fue más tenue en la zona occidental de Andalucía. En la oriental, sin embargo, fue mucho más contudente, especialmente en Málaga, donde el terral (el viento de Poniente) provocó que algunas noches las mínimas fueran bastante altas. El panorama que dibuja la Aemet para el próximo verano es opuesto. La zona oriental disfrutará de unos meses "anormalmente" más frescos de lo habitual, mientras que las provincias occidentales soportarán temperaturas "más altas de las normales por estas fechas".

"No sólo es que sea un verano más caluroso que el de 2014, que fue anormalmente fresco, sino que tendremos temperaturas más altas de las habituales", sentenció ayer López Cotín. El delegado territorial de la Aemet prevé que se alcancen los 40 grados más días que el año pasado y que se sufran olas de calor, es decir, periodos de varias jornadas con temperaturas muy elevadas, normalmente provocadas por masas de aire africano, "aunque también se pueden originar dentro de la península".

Éstas serán las características meteorológicas de una estación que ha venido precedida de un periodo primaveral en el que también han predominado las altas temperaturas. Por meses, marzo tuvo un inicio bastante húmedo y fresco, aunque esta tendencia fue cambiando hasta llegar a batir récord de calor la última jornada. Fue el 31 marzo cuando se alcanzaron 32,9 grados, la marca más alta de los últimos 30 años. Aquella jornada coincidió con el Martes Santo y no fueron pocos los casos de lipotimia sufridos por nazarenos que realizaban su estación de penitencia a la Catedral.

Abril también fue bastante cálido, con 1,4 grados por encima de la temperatura media normal. Aunque este registro apenas destaca frente al de mayo, donde la media mensual superó con 3,2 grados la normal hasta situarse en los 24 grados. Este mes volvió a batirse un récord el 13 de mayo con 40,8 grados alcanzados en el aeropuerto de San Pablo.

En cuanto a las precipitaciones, el año hidrológico está siendo bastante más seco de lo habitual, debido a las escasas lluvias registradas en mayo. En Sevilla se han recogido este mes 50 mililitros menos por metro cuadrado de lo habitual, mientras que en Almería los registros pluviales se han disparado en una primavera muy húmeda.