Los cardiólogos del Hospital de Valme reclaman a la Junta una ampliación de la capacidad del servicio de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista con el objetivo de poder realizar más pruebas diagnósticas ante "la mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares". Así se lo comunicó este jueves el doctor Luis Pastor Torres, director de la Unión de Gestión Clínica (UGC) de Cardiología del Hospital Universitario de Valme, a la presidenta andaluza y al nuevo consejero de Salud durante su visita al centro hospitalario.

"En once años hemos realizado unos 12.500 cateterismos. En otros hospitales las cifras serán más altas, pero ellos tienen tres salas y nosotros sólo una", destaca Francisco Javier Molano, jefe de sección de Cardiología. "Cuando hay algún fallo técnico, no podemos usar la sala, y las respuestas de los diagnósticos se demoran".

El centro hospitalario ha conseguido reducir los tiempos de espera del paciente con la configuración de un "trabajo en red" y la centralización de los servicios con el fin de mejorar la atención de las patologías del corazón.

"Ahora, todo lo que necesita el paciente se concentra en una misma planta", apunta Pastor Torres. De este modo el paciente se evita vagar por el hospital, ya que tanto la zona de hospitalización como la de consultas externas, rehabilitación y cardiología intervencionista y no intervencionista se encuentran en la misma planta ahora.

Esta medida "responde a una filosofía de conjunto que tenemos en la unidad", aclara Pastor Torres, así como a una mayor coordinación entre la Unidad de Cuidados Intensivos, el área quirúrgica y la de urgencias. El fin es "unir todos los eslabones que participan en la asistencia del paciente", desde médicos hasta asociaciones de pacientes. "Un trabajo en red", que incluye, incluso, a los facultativos de Atención Primaria a través de un sistema de asesoramiento y consulta telefónica en marcha desde hace un año y medio.

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, y el consejero de Salud, Aquilino Alonso, comprobaron este jueves las obras realizadas en la Unidad de Cardiología, donde trabajan 126 profesionales, junto con la directora gerente del hospital, María Dolores Alguacil. La comitiva, incluso, entró, con patucos en los pies, en la sala donde se realizan los cateterismos.

Alonso aprovechó también esta visita y el encuentro con los medios para anunciar que el Gobierno andaluz garantizará a partir de 2016 un tiempo máximo de espera para cirugías cardiacas de 90 días, lo que "supone una reducción del 50%", ya que hasta ahora el plazo fijado era de 180 días. Se trata de un compromiso recogido en el discurso de investidura de Susana Díaz. Así, según Aquilino Alonso, esta garantía se formalizará a través de una orden que la Consejería de Salud publicará en breve.

Durante la visita, la presidenta se dejó querer. Pacientes y familiares se acercaban a saludarla y a besarla. Unos le deseaban suerte para su próximo alumbramiento y otros le relataban sus problemas de salud. Díaz declinó atender a los medios que la acompañaron durante cerca de una hora y media, aunque sí se sentó con los miembros de las diferentes asociaciones de pacientes en la sala de rehabilitación.

El Hospital de Valme es centro de referencia nacional en programas de rehabilitación cardiaca. Asimismo, cuenta con un movimiento asociativo integrado por 2.000 personas con los que el hospital colabora en la organización de jornadas, formación a voluntarios, sesiones de actividad física y talleres de la escuela de pacientes, entre otras iniciativas. Además, esta Unidad de Gestión Clínica ha formado a los primeros pacientes expertos en Sevilla en Insuficiencia Cardiaca.

"Se ha creado un grupo de voluntarios que visita a los pacientes ingresados todos los lunes y martes", explica Doroteo García, presidente de la Asociación de Pacientes Coronarios Nazarena (Asancor). "Conversamos tanto con los enfermos como con sus familiares y les contamos nuestra vivencias. La idea es que pierdan el miedo y que conozcan cómo funcionan las asociaciones", explica Doroteo García, que hace once años sufrió un infarto, tenía 55 años.

Esta unidad también destaca por la aplicación de un sistema de organización de recursos que consiste en el abordaje del dolor torácico desde Urgencias. En este caso, son los propios hemodinamistas los que bajan al servicio de Urgencias a atender a los pacientes con dolor torácico "en lugar de atender sólo las peticiones de los internistas o los cardiólogos", señala Francisco Javier Molano.

"No es lo mismo sacar conclusiones de la lectura de un informe que los matices que te da hablar con el paciente desde el primer momento. Se trata de una información muy importante que te ayuda en la toma de decisiones", apunta Molano. Así, "la misma persona que le atiende en Urgencias es el que le hace un cateterismo".

Según los doctores Molano y Pastor, con este sistema se le puede realizar en un mismo días a un paciente las diferentes pruebas que necesita, "cuando antes podía tardar semanas". Sin embargo, Molano reconoce que es un sistema difícil de implantar en otros hospitales, ya que "a muchos hemodinamistas no les gusta bajar urgencias", sino que "quieren estar en el quirófano".