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Sevilla

El incierto futuro de la investigación

  • Investigadores de la Hispalense y la Olavide destacan las promociones perdidas como uno de los perjuicios más grave de la crisis Algunos profesionales apuestan por la financiación selectiva

Hubo una "época dorada" en la que Andalucía era la envidia de aquellos que se dedicaban a la investigación fuera de esta región. Así lo recuerdan algunos de los 50 investigadores que han firmado un manifiesto exigiendo a la Junta intensificar el esfuerzo en I+D para cambiar el modelo productivo ante al "frenazo alarmante" sufrido en los últimos años como consecuencia de los recortes económicos.

"Nosotros no somos los afectados. El gran perjuicio lo han sufrido aquellos jóvenes que no se han podido incorporar a la investigación", comenta Federico París, catedrático de Elasticidad y Resistencia de Materiales de la Universidad de Sevilla. "Se han perdido cuatro o cinco promociones", continúa el profesor, que investiga sobre materiales compuestos del sector de la aeronáutica. "Hay un importante activo de investigadores andaluces fuera, con una gran formación que, si vuelven, generarían empleo"

El catedrático de Química Inorgánica de la Hispalense Ernesto Carmona, distinguido con el Premio Rey Jaime I, explica que las becas predoctorales y posdoctorales se han reducido de forma notable. "Apenas hay ayudas para continuar tu carrera fuera de España, algo muy importante en nuestro sector, y tampoco contratos de reinserción", señala. Además, "los pocos que consiguen acceder a la investigación, cuando se les acaba la beca no saben qué hacer, ya que no pueden irse fuera y la industria tampoco los absorbe".

El profesor de la Universidad Pablo de Olavide José María Delgado, de la división de neurociencia, reconoce que en los últimos tres años ha ayudado a cinco investigadores de su grupo, "perfectamente formados" a encontrar trabajo en Estados Unidos, Suiza y Francia. Además, el último profesor doctor que fue contratado en su equipo se incorporó hace 8 años.

Delgado admite, también, que su grupo de investigación sobre los mecanismos de aprendizaje y memoria, donde trabajan entre 15 y 20 personas, se ha mantenido gracias a los contratos firmados con farmacéuticas multinacionales.

En este sentido, su colega Federico París reconoce también que sus investigaciones se sustentan gracias a una spin-off que surgió de su grupo de investigación, y donde 70 personas ensayan con los materiales de estructuras aeronáuticas. "Gracias al vínculo del grupo de investigación con esta spin-off tenemos proyecto en Alemania y Francia", señala.

José María Delgado, por otro lado, se muestra un poco escéptico con la aplicación del nuevo plan de inversión de la Junta de Andalucía. "Si no activan la investigación ya, si tardan un par de años más en aplicar la financiación anunciada, los grandes laboratorios van a cerrar", comenta el profesor de la UPO. "Hay que convocar ya ayudas. La investigación andaluza no aguanta dos años más".

Profesionales como Antonio Villar, catedrático de Análisis Económico de la Universidad Pablo de Olavide, apuesta por la aplicación de un programa de captación de investigadores extranjeros con un currículum excelente, "similar al que Cataluña lleva desarrollando varios años": "Competimos a nivel internacional y necesitamos investigadores de primera fila que den un empujón a la investigación local", señala Villar, que actualmente trabaja en París en un proyecto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre educación. "Necesitamos gente muy formada, gente de prestigio, que reinvierten en la sociedad más de lo que cuesta su sueldo". En opinión de Villar, "la política endogámica ha dado unos frutos desastrosos".

Este profesor, al igual que sus colegas el doctor ingeniero industrial Javier Aracil y Ernesto Carmona, defiende una financiación más selectiva, rechazando el "café para todos": "No me atrevo a decir que se ha tirado el dinero pero sí que la generosidad ha sido excesiva", matiza Carmona. En esta línea, Javier Aracil considera necesario apostar por "grandes líneas políticas", como la bioeconomía, "algo vital en Andalucía": "Hay que apostar por grandes líneas de investigación que potencien el desarrollo y suponga un retorno para la sociedad".

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