A pocos meses para que concluya la obra de la nueva esclusa a la altura del cuartel del Copero, la Autoridad Portuaria de Sevilla está convencida de que el año que viene empezarán los trabajos del dragado del río desde Sanlúcar a Sevilla, la segunda obra clave para la transformación del Puerto que permitirá la navegación de buques de gran tonelaje (no sólo de cruceros más anchos).

Así lo aseguró ayer, en declaraciones a este periódico, el presidente Manuel Fernández, quien se resistió a concretar más la fecha, pero explicó que la intervención durará "meses", menos tiempo en comparación con los casi cuatro años invertidos en la esclusa, y será más sencilla porque sólo hay que ganar "en determinados sitios" del cauce entre 1,5 y 2 metros de profundidad, es decir, ampliar el fondo desde los 6,5 metros actuales hasta los 8,5 metros de calado.

Fernández no dijo si su seguridad tiene que ver con las conclusiones del informe científico (complementario al informe de impacto ambiental) que se encargó en 2007 al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para conocer el impacto del dragado sobre Doñana y sobre el estuario del río, un requisito necesario antes de iniciar las obras. Fuentes de este organismo confirmaron ayer que el estudio está a punto de concluir tras dos años de trabajos, pero que aún no se sabe cuándo se harán públicos sus resultados. El trabajo ha sido costoso porque se han recogido decenas de millones de datos por parte de una amplia comisión de científicos.

Frente al optimismo de Fernández, los ecologistas de WWF/Adena en Doñana siguen oponiéndose a cualquier obra en el río. Según un portavoz de esta organización, sería una "absoluta irresponsabilidad" intervenir en el río con la turbidez y la salinidad del río de los últimos años y añade que "los estudios fueron claros y contundentes al respecto: el Guadalquivir está en la UVI, según la Junta por causas naturales". Los ecologistas son partidarios de sustituir el dragado y la esclusa por "medidas de recuperación potentes".

En relación a la nueva esclusa, el presidente del Puerto mostró el avance de las obras a los representantes del Pleno de la Cámara de Comercio -con su presidente Francisco Herrero al frente- y al comité ejecutivo de la Confederación de Empresarios de Sevilla, cuyo presidente, Santiago Herrero, no acudió al estar convaleciente por una operación de rodilla.

La estructura (de 300 metros de largo, 42 de ancho y 20 de altura, que duplica las dimensiones de la actual) se llenará de agua a finales de agosto para proceder a la colocación de las compuertas, según las previsiones del Puerto, que confía en que "este ascensor de barcos" se ponga en funcionamiento con la entrada del primer barco a principios de 2010.

Fernández recordó ayer los diez años de trámites y preparativos que se necesitaron para poner en marcha el proyecto de la nueva esclusa (y del dragado), y admitió que la obra ha sido "muy larga" y que la concesión de los fondos de cohesión europeos fue "vital para el arranque de la obra". La Cámara está deseando que se abra.