Detenido tras apuñalar a un vecino de Los Bermejales por reprenderle

El agredido, ensangrentado, persiguió a su agresor, que se encerró en los aseos de una heladería · La Policía recuperó la navaja que había arrojado por un desagüe

Heladería de la avenida de Alemania donde se refugió el agresor para ocultar el arma.
Heladería de la avenida de Alemania donde se refugió el agresor para ocultar el arma.
Francisco Correal

14 de septiembre 2009 - 05:03

Un vecino de Los Bermejales tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por las heridas que le produjo con una navaja de 18 centímetros un joven a quien le había afeado su incívica conducta. El suceso se produjo hacia las doce de la noche del pasado sábado y produjo una conmoción en la avenida de Alemania, una de las más céntricas de Los Bermejales.

El agredido volvía con su esposa y un hijo de escasos meses de una cena familiar. La nota policial y testimonios presenciales recogidos por este periódico informan de que un grupo de chavales se dedicaban a atacar el mobiliario urbano: tiraban vallas, movían contenedores para entorpecer la circulación.

El hombre agredido les recriminó su comportamiento. "Todos salieron corriendo, menos uno que le hizo frente y le clavó la navaja", dice Macarena Acuña, empleada del establecimiento Taco de Pollo, que empezó su actividad el pasado martes. Macarena vive en Triana y fue al mismo instituto que Javier Ceballos, encargado de la heladería Helarte, un joven que tuvo un protagonismo inesperado en el suceso.

"Fue como Corrupción en Miami", dijo a este periódico Leticia, empleada de una heladería a la que el joven agresor, navaja en mano, llegó preguntando por los servicios. El agredido, "alto, corpulento, lleno de sangre", según la descripción de Macarena Acuña, salió en su busca y accedió a la misma heladería. Advirtió al encargado de la peligrosidad del inquilino de los aseos.

El encargado de la heladería hizo dos llamadas de teléfono: a la ambulancia y a la Policía. "La ambulancia tardó diez minutos, la Policía media hora", dice la empleada. Esta empleada del negocio adyacente asegura que el hombre herido se negó a abandonar el establecimiento hasta que no se produjera la detención de su agresor. "Se estaba desangrando y le tuvieron que hacer un torniquete", explicó Macarena Acuña.

Los clientes se salieron fuera. El encargado entró en la cocina y cogió la llave de los aseos para encerrar al joven mientras llegaba la policía. El guión de esta película real lo recuerda Macarena. "La Policía entró en la heladería y le dijeron que saliera de rodillas y con las manos en alto y que soltara el arma". Hizo todo menos esto último. "Tuvo la sangre fría", añade Leticia, "de decirles que no tenía nada que ver". Había tirado la navaja por el desagüe. La Policía le pidió al encargado la llave de la arqueta del local, levantó un par de baldosas y bajo el retrete encontró la prueba con la que le practicaron las diligencias policiales por tentativa de homicidio.

Ayer jugaba el Betis y estaban llenos los veladores de Los Bermejales. A Macarena le sorprende relativamente lo que ha ocurrido. "Esta es una zona muy tranquila, pero de pronto llega esta gente y lo deja de ser. Yo trabajaba en un bar de tapas internacionales en la calle Estrasburgo, aquí al lado, y nos atracaron a punta de navaja. En un supermercado Dia entraron a punta de pistola".

Los hechos tuvieron lugar en la confluencia de las avenidas de Alemania y Austria. En ésta, según testigos, vive el agredido. Dicen que el agresor tiene 16 años. "No le caerá nada. Y menos mal que encontraron la navaja", apuntan los empleados. Los agentes prestaron una primera asistencia a la víctima en el lugar de los hechos, y posteriormente fue trasladado al hospital Virgen del Rocío para ser intervenido. Según fuentes policiales, "no se teme por su vida".

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