Espadas. Griñán y Zapatero. Los tres dieron ayer las gracias al actual alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, que tuvo una cuota importante de protagonismo en el acto político de ayer. Con el muelle a rebosar, el primer edil llegó al acto acompañado -o mejor, casi escoltado- por Juan José López Garzón, el delegado del Gobierno en Andalucía. De anfitrión discreto, así ejerció, como se le ha venido pidiendo desde su partido.

Juan Espadas fue claro: "Es justo reconocer el trabajo de nuestro Ayuntamiento y de los compañeros que lo han hecho posible en estos 12 años; gracias Alfredo por trabajar duro por esta ciudad tomando decisiones". Palabras de agradecimiento que también secundó el presidente José Antonio Griñán y el propio Zapatero.

Cortesía o no, la transformación experimentada por la capital andaluza en la última década fue elogiada por los líderes socialistas, que también aludieron al eje vertebrador del río Guadalquivir, escenario donde se desarrolló el acto, y que centrará algunas de las inversiones de las distintas administraciones. El río estará presente en el programa electoral de Espadas, como también lo ha estado en el de Monteseirín.

El traspaso socialista fluye en el ámbito municipal. Ediles de todas las corrientes coincidieron ayer en el mitin de Zapatero y aplaudieron a Espadas de manera coordinada. Sin sobresaltos ni incidentes, que algunos temieron al ver entre el público a trabajadores de Tussam, identificados como tales con camisetas reivindicativas. Éstos sólo quisieron aprovechar el altavoz de la visita de Zapatero para su reivindicación laboral, pero sin boicot, aplaudiendo a los candidatos.

Espadas destacó el clima de unión, durante y tras el acto con el siguiente mensaje en las redes sociales: "Desde toda Andalucía, los socialistas nos hemos unido para construir un proyecto de ciudad en convivencia y por la igualdad, que dé respuestas a los problemas de los ciudadanos sin renunciar a los valores progresistas".

El candidato aprovechó su intervención para agradecer tanto a Zapatero como a Griñán su apuesta.