Un drástico recorte en inversiones y una apuesta por el gasto social. Éstos son los principales pilares de los presupuestos municipales de 2011 que presentó ayer la concejal de Hacienda y portavoz del gobierno local, Nieves Hernández, ante el Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS). Las cuentas locales, cifradas en 1.087 millones de euros, supondrán que la inversión se reducirá en un 78,3% respecto al año pasado, lo que se traduce en 32,5 millones de euros en lugar de los 150 invertidos en 2010. Estas cifras incluyen, además de la inversión de toda la Corporación, la de las empresas municipales y los organismos autónomos, ya que si sólo se tiene en cuenta lo que gastará el Consistorio hispalense en inversiones reales, esta cifra no supera los 3,9 millones de euros.

Hernández explicó que en los últimos años se ha desarrollado un ciclo de inversión "importantísimo" en Sevilla, siendo 2006 el año en el que más se invirtió, con 400 millones de euros. "Ahora los vecinos quieren tranquilidad y no más obras", declaró la edil, quien afirmó que el Ayuntamiento ha hecho los deberes en un momento en el que se lo podía permitir debido a la bonanza económica. Además, dijo que las inversiones en la ciudad deben moderarse. No obstante, la concejal de Hacienda garantizó la ejecución de los proyectos en marcha. "Nos podemos permitir que no haya inversión, sólo lo imprescindible para terminar las obras que ya están en funcionamiento", señaló.

Las nuevas cuentas, que han sufrido una reducción del 14% con respecto al ejercicio anterior, todavía deben ser aprobadas en Pleno municipal. Hernández le explicó los presupuestos de 2011 a los miembros del CESS, un organismo que el próximo 5 de enero ofrecerá un informe no vinculante sobre dichas cuentas. La concejal anunció que los nuevos presupuestos estarán marcados tanto por el Plan de Austeridad 2010-2012, el cual implica mayor contención del gasto, como por el Real Decreto Ley 8/2010, que impone restricciones al endeudamiento a los ayuntamientos y la reducción de salarios de los funcionarios. Además, la liquidación de 2009 arrojó un remanente de tesorería negativo de 29 millones de euros, un cifra que aliviarán, según Hernández, los 10,5 millones de euros de diferencia entre los ingresos, 1.097 millones, y los gastos, 1.087 millones. Estos datos reflejan, según la edil, que los presupuestos estarán marcados por una política de austeridad y contención de acuerdo a los tiempos de crisis por los que atraviesa el Consistorio hispalense.

Del total del presupuesto, 694 millones corresponden a la Corporación, 82 millones menos que en 2010. El resto se repartirá entre empresas municipales, 325 millones, y organismos autónomos, 69 millones. En lo referente a los ingresos, la portavoz socialista indicó que por primera vez desde la crisis, se ha incrementado la participación en los ingresos del Estado. Además, se han congelado los impuestos y las tasas municipales y se recibirán los primeros ingresos correspondientes al PICA (Junta de Andalucía).

Hernández, que reconoció que el Ayuntamiento no tendrá posibilidad de endeudamiento en 2011, reveló que el 71% del gasto, unos 494 millones de euros, se destinará a políticas sociales. Entre ellas destaca la partida que recibirá la Ley de Dependencia, con 40 millones de euros, 5 más que el año pasado. Con respecto a la distribución de los gastos, las delegaciones que recibirán más dinero serán Recursos Humanos, Presidencia, Bienestar Social, Urbanismo y Economía y Empleo.

Por otra parte, en los nuevos presupuestos se han incrementado las transferencias a las empresas municipales para garantizar los servicios públicos. Tussam obtendrá 64 millones de euros y Lipasam 110 millones de euros.

La delegada declaró que las cuentas de 2011 son "realistas, solidarias con los más desfavorecidos" y dijo que también garantizan el futuro de las cuentas municipales y de las empresas públicas. Hernández concluyó afirmando que "ahora mismo todas las administraciones coinciden en que es el momento de la consolidación fiscal".

En la presentación, representantes de CCOO, UGT y Facua, afirmaron que aún quieren analizar los presupuestos en profundidad. No obstante, todos alabaron que las cuentas sean favorables al gasto social y solicitaron que se garantice el funcionamiento de los servicios públicos. Aun así, la mayoría de los grupos pidieron que se cree más empleo.