Los últimos del Alfonso XIII

Diez meses de obras y 20 millones de euros de inversión para convertir al Alfonso XIII en un hotel del siglo XXI. Al filo de las 14:00 de ayer, salían por las puertas del emblemático establecimiento de la calle San Fernando, inaugurado con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, los últimos clientes, dejando tras de sí una extraña sensación de tranquilidad que nada tiene que ver con el habitual ajetreo de un día cualquiera. David Wood, su mujer y su hijo se convirtieron, casi sin quererlo, en los protagonistas de este paréntesis en la fecunda historia del hotel por excelencia de la ciudad. Cargados de bolsas de comercios tradicionales sevillanos, como Paco Rodríguez o Ziro's, y alguna del grupo Inditex, asomaron por el vestíbulo llamando la atención de los reporteros gráficos. Allí, los esperaban los trabajadores, con Carlos Suffredini, el director, al frente. Estos californianos llegaron el día 27 a Sevilla. Han estado alojados en la habitación 343, y se mostraron encantados por las atenciones recibidas. "Me he alojado en hoteles de la cadena Starwood por todo el mundo, pero tengo que decir que el Alfonso XIII es el mejor de todos los que he conocido", decía Wood. El hotel tuvo un gran detalle con estos huéspedes. Les entregaron la llave de la suite real con la premisa de que tiene que regresar y devolverla y, a cambio, se podrán alojar en estas estancias. Todo un privilegio.

El hotel Alfonso XIII, diseñado por el arquitecto José Espiau y construido entre 1916 y 1928, se preparará en estos meses para afrontar el futuro. Pero su historia está cuajada de visitantes ilustres que encierran innumerables historias, "algunas que no se pueden contar para salvaguardar la intimidad de los huéspedes", asegura Rodolfo de la Vega, un recepcionista que empezó de botones. Los 172 trabajadores del Alfonso XIII estarán acogidos a un Expediente de Regulación de Empleo Temporal mientras duren las obras. "Hay que decir que la compañía nos ha tratado muy bien y nos vamos casi con el 100% del salario", explica María Dolores Muñoz, la jefa de recepción a la que Plácido Domingo le dijo que tenía la voz de un ángel. Al igual que su compañero Rodolfo, ha ido promocionando de puesto en los 14 años que lleva en la empresa. Comenzó en el teléfono, pasó a reservas, y de ahí a su puesto actual. "Tenemos muchas oportunidades para ascender".

El de ayer fue un día de sensaciones encontradas para todos los empleados. "Estamos tristes, pero a la vez es un día de alegría porque sabemos que vamos a volver", repetían. Muchas personalidades se han alojado en el Alfonso XIII durante sus 82 años de existencia. "Yo recuerdo mucho a la condesa de Barcelona. Todos la añoramos. Siempre se alojaba en la suite realy cada vez que venía nos decía que ésta era su segunda casa. También es la nuestra", recuerda María Dolores. De la Vega destaca la cercanía y la humanidad de estas personas famosas, frente a la imagen frívola que se trasmite de ellos por la televisión: "Son muy normales y así quieren que se les trate. No piden cosas raras como dice la gente". Ni Tom Cruise pidió que se le pintara la habitación de blanco, ni Madonna que se cambiara el inodoro de sus habitación: "Son leyendas urbanas". De la realeza que ha tenido el gusto de conocer en los 10 años que lleva en el hotel destaca su "extremada educación".

Los clientes se encontrarán a la vuelta también con un personal renovado y actualizado. "Vamos a hacer cursos de formación en idiomas, en atención al cliente... para ofrecer cada día un mejor servicio", añade Muñoz. Por su parte, el recepcionista también aprovechará para dedicar más tiempo a su familia y para hacer cosas que no podía antes: "Quiero viajar".

Cuando vuelva a abrir sus puertas, el Alfonso XIII seguirá conservando esas cuatro claves que, según su director, lo hacen único: "La elegancia de un edificio clásico. La excelencia en el servicio. La experiencia de una marca consolidada en todo el mundo. Y el sello autóctono sevillano que buscan los clientes que nos visitan".

En el horizonte, una fecha: 28 de febrero de 2012. La intención es abrir para primavera, temporada alta sevillana. Ya tienen algunas reservas, aunque el objetivo es abrir con el cartel de no hay billetes.