-¿Está por fin a gusto en Sevilla?

-Pues sí. Estoy feliz, estoy jugando en un gran equipo, que es lo que todos queremos. El recibimiento fue muy bueno y estoy muy contento.

-¿Recuerda su llegada? Fue un gran cambio en su trayectoria.

-Fue a raíz de la marcha de Gary Medel. Recibimos la llamada y fue todo bastante rápido, al principio te cuesta asimilarlo, yo llevaba toda la vida en el Levante. Siempre sueñas con dar ese paso a un club mayor, con mayores expectativas y exigencias y cuando te llega el momento... en mi caso no me lo terminaba de creer. Tuve que asimilarlo rápido y ha ido todo bien.

-El Levante, se puso duro y remitió a su cláusula de rescisión...

-No fue fácil. Estábamos a una semana de la Liga, en el Levante no me querían dejar marchar y el presidente tampoco lo asimilaba. Tengo que agradecer al Sevilla el esfuerzo que hizo al abonar la cláusula de rescisión.

-Ese precio, los seis millones de su cláusula, ¿condicionó un poco su acomodo en Sevilla?

-A mí personalmente no me condiciona, eso lo dirá el tiempo y mi rendimiento. Yo estoy tranquilo porque me entreno diariamente al máximo para mejorar individualmente y, sobre todo, para aportar mi granito de arena para que este club sea cada vez más grande. No sé si el precio será alto o bajo, eso lo dirá el tiempo. Pero estoy seguro y confiado de que todo va a salir bien y tanto el club como la afición van a estar contentos conmigo.

-¿Cree que el puesto de medio centro defensivo no está bien valorado en España?

-No sé, no sé. Sí que es verdad que llevamos varios años en los que el Barça cambió el sistema y la figura de Busquets se hizo muy importante. A raíz de ahí muchos equipos han intentado buscar jugadores de ese corte. Fue Busquets el que inició el pivote de referencia, el equilibrio. No sé si en España se valora menos que en el extranjero. Para mí sí que es un puesto clave.

-La selección campeona juega con dos, Busquets y Xabi Alonso.

-Sí, es así. Todo sabemos lo importante que es Busquets tanto en el Barcelona como en la selección y Xabi Alonso, que parece que el Madrid sin él no funcionaba y ahora va mejor, se mueve mejor, es más seguro. Son grandes jugadores que aportan mucho y hay que ver los éxitos de sus equipos y la selección con ellos.

-La afición del Sevilla también ha cambiado a favor de esa seguridad del medio defensivo, con la posición de Rakitic de trasfondo.

-Bueno, sí es verdad que hubo cierto debate. Al final lo importante es que el equipo funcione, independientemente de quién juegue, y que se consigan resultados. Sí que es verdad que últimamente estamos consiguiendo mejores resultados que nos están llevando hacia arriba. Lo importante es que el equipo sume y vayamos a mejor. La competencia en el equipo es máxima juegue quien juegue.

-Al principio a usted le costó entrar en el once de la Liga...

-Me tocó llegar y jugar, y luego hubo una fase en la que no participé lo que me hubiera gustado. Yo seguí trabajando diariamente, no bajé los brazos y estaba confiado en que mi trabajo daría sus frutos. Yo trabajo para mejorar y ayudar y estar preparado para cuando el míster crea oportuno que juegue.

-Pero cuando irrumpe Iborra el Sevilla empieza a ganar más.

-Bueno, el equipo ha ido mejorando con el paso de los partidos y estoy seguro de que iremos mejorando más. No quiero entrar a valorar si es por el cambio de sistema y de jugadores. Lo importante es que el equipo sume y que consigamos un equipo sólido, y que la competencia sea alta y no baje el nivel.

-Con esta seguridad que ha cobrado el equipo, los partidos ya no son tan abiertos, tan vistosos, sino más cerrados y feos. Hay que encontrar la fórmula entre la seguridad y el control con el balón, no sólo control sin el balón.

-Es verdad que al principio los partidos eran muy abiertos, encajábamos muchos goles y ahora quizá no tanto. Pero nosotros somos conscientes de que queremos ser fuertes, queremos ser un equipo compacto atrás, porque tenemos gente de calidad que con pocas ocasiones puede hacer gol. Hay que buscar ese equilibrio para no perder la fuerza atrás, estar seguros y compactos y a partir de ahí buscar y generar el juego que queremos. Arriba es un equipo que suele marcar en todos los partidos.

-Indudablemente se tiene que sentir más valorado ahora...

-Bueno, yo me sentía valorado igual. Yo me conozco cómo soy, tanto fuera como dentro del campo y al final todo suma. Yo sabía que con el trabajo los frutos iban a llegar. Es verdad que ahora estoy jugando con más regularidad y el hecho de que juegue más no tiene que hacer conformarme con lo que he hecho, sino seguir como cuando no jugaba. Cuando los éxitos del equipo sean muchos para mí también serán.

-Ha marcado dos goles, en el derbi y en Friburgo. No está mal aunque no sea su labor...

-No me caracterizo por marcar goles, pero si puedo ayudar así, encantado. Es una satisfacción grande para cualquier jugador. Encantado si puedo aumentar esa faceta.

-Ahora el Sevilla tiene un fútbol más práctico, similar al que con el Levante de Juan Ignacio Martínez se clasificó a Europa. ¿Han elegido el camino del pragmatismo?

-Yo diría que estamos leyendo muy bien los partidos. Por ejemplo, en Granada o en Villarreal sabíamos que no serían rivales fáciles, y el equipo se puso el mono de trabajo, luchó, peleó y consiguió su premio. Habrá partidos en los que tengamos más posesión de balón, habrá partidos en los que tengamos que esperar más. La idea es ser cada vez un equipo más completo, que sepa leer cada partido, cada rival y afrontarlo en función de cómo creamos conveniente.

-Ya se habrá hecho una idea de cómo se vive aquí el fútbol, para lo bueno y para lo malo... La fiesta del derbi, las críticas por la Copa. ¿Es el fútbol en Sevilla como se imaginaba antes de conocerlo?

-Sí, más o menos sabía de la exigencia de la ciudad, de la afición, pero es bueno. A mí personalmente me gusta que se me exija, que queramos ganar siempre. Me considero un jugador ganador y es bueno. Habrá momentos mejores y peores, como pasó con la Copa, pero siempre hay que ser humilde en los momentos buenos, no sacar pecho, y levantar la cabeza en los malos. Cuando sacas pecho al final te lo hunden porque este mundo es así. Hay que ser humildes y mantener la calma.

-¿Es muy diferente en Valencia?

-Quizá aquí se viva más. En Valencia los objetivos de los equipos punteros no eran los mismos y aquí es más parejo. La mitad de la ciudad es de un equipo y la mitad del otro y parece que la rivalidad es mayor que en Valencia. En Valencia la masa social de uno no la tiene el otro. Pero en el Levante logramos luchar de tú a tú con el Valencia. Ganarles era una fiesta.

-Usted se ha criado en el Levante, ¿cómo se vive eso de ser del Levante en Valencia?

-Para mí es un orgullo, sobre todo haberme formado allí. Llegué con 15 años y me he formado también como persona, en los valores del Levante. Me siento orgulloso de haber defendido esa camiseta y de haber participado en los mejores momentos de la historia del Levante. Pasamos un mal momento, pero eso nos hizo ser fuertes y resurgir para tener el futuro que tiene el Levante hoy en día.

-Allí entrena ahora Joaquín Caparrós, un hombre muy querido en el Sevilla.

-Tuve la suerte de compartir la pretemporada con él y con su cuerpo técnico. Fue muy intenso, aprendí mucho de él. En la distancia ya sabía cómo era su carácter y me gustaba mucho, no me sorprendió. Le estoy muy agradecido por el trato de él y su cuerpo técnico, desde que llegué hasta que me vine al Sevilla. Él sabía que estaba esa opción y me respetó, el prefería que siguiera, pero sabía que si el Sevilla pagaba la cláusula no podría quedarme. Me deseó lo mejor.

-¿Cómo ha vivido el vestuario todo lo acontecido con Del Nido?

-Fue un palo duro, pero hay que seguir. Lo que importa es el Sevilla y tenemos que dar el máximo por el club que representamos. Olvidarnos de todo lo extradeportivo y centrarnos en lo nuestro y conseguir los resultados, que harán que todo vaya mejor para el sevillismo, que es lo que al final importa. Él en su despedida nos pidió que siguiéramos dándolo todo y creo que es lo que el vestuario está haciendo, por el Sevilla, por hacer que el club sea cada vez más grande. Si conseguimos los objetivos, lo extradeportivo quedará al margen.

-¿Pepe Castro se ha dirigido a ustedes sobre el cambio institucional que está habiendo?

-No, cuando ocurrió lo de Del Nido nos transmitió tranquilidad, que el club iba a funcionar igual, en la misma línea en que estamos.

-¿Qué espera del año 2014?

-Espero que sea un año de éxitos, un año en que podamos meternos en Europa, sería especial, si es en Champions mucho mejor, lo vamos a pelear hasta el final. Y ojalá lleguemos lejos en la Europa League. La plantilla va a poner todo de su parte. Hace poco se han vivido éxitos en este club y eso nos gusta a todos. La afición lo merece.

-Es necesario que Emery encuentre la regularidad, ¿no?

-Bueno, es la idea que tenemos, seguir siendo fuertes en casa con nuestra gente y seguir con esos buenos resultados que ahora sí tenemos a domicilio. Si seguimos así, al final estaremos arriba.

-¿Cómo es Unai en el día a día?

-Es un entrenador muy trabajador, que analiza muy bien a los rivales. Vive cada entrenamiento, cada día, no se le puede reprochar nada en cuanto a trabajo.

-Fue un hombre de club en el Levante, ¿lo será en el Sevilla?

-Me gustaría afianzarme en el club, con trabajo seguro que lo voy a conseguir. Este club apostó por mí y no es fácil en la época en que estamos. Y mi objetivo es dar el máximo a corto y largo plazo. Me gusta la exigencia de este club y conseguir objetivos altos.

-¿Un mensaje para la afición?

-Sobre todo, de agradecimiento, siempre están con nosotros, a las duras y a las maduras. Queremos darles muchos éxitos, y sobre todo que estén tranquilos, porque la plantilla que tienen está totalmente comprometida con el club. Tras el duro revés de la Copa, vamos a luchar al máximo en la competición europea y también vamos a pelear hasta el final por estar lo más arriba posible en Liga y por que ellos sean partícipes de los éxitos que podamos vivir.