Unai Emery estaba feliz al acabar el encuentro por la respuesta de su equipo en un día en el que lo más fácil era bajar el pistón. Llegar a los 73 puntos supone para el Sevilla una demostración de fortaleza mental y física que dice mucho de los profesionales nervionenses.

"Tenemos una satisfacción muy grande por poder seguir compitiendo por el cuarto puesto y por despedir la temporada en casa con una victoria. Nos ha faltado plasmarlo con un juego más continuo, porque hemos jugado bien en un porcentaje inferior, pero vivir este ambiente con todos los sevillistas es muy bueno, tenemos la ilusión intacta en la Liga y estamos pensando en Varsovia", dijo el técnico de Fuenterrabía, que rápidamente fue cuestionado sobre su futuro como entrenador del Sevilla ante el aluvión de noticias sobre ofertas.

"El único contrato que tengo firmado es con el Sevilla. Ya dije que al final de temporada iba a hablar con el presidente, pero me siento valorado y reconocido aquí. Eso es lo que quiero", indicó antes de que insisteran con su futuro después de la final: "Estoy ante uno de los retos más bonitos que pueda tener en mi carrera. Muchas veces pensamos en el futuro sin vivir el presente. Firmamos con una cláusula de renovación por objetivos que se ha cumplido. El club puso también el condiciante de mejorarlo, pero yo dije que quería respetar el espíritu de ese contrato y quedamos en hablarlo. Siempre digo a los jugadores que lo que el Sevilla nos da está muy por encima de lo que nosotros podemos darle".

Por último, se refirió al récord de puntos: "Estamos en el fútbol para tener retos colectivos e indivuduales y que esas emociones que se puedan generar para todos los sevillistas, se hagan. Una de las claves para enchufarnos hoy ha sido la afición. No había que buscar culplables porque era difícil".

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