El torero sevillano retirado Francisco Moreno Vega Curro Puya murió el lunes en la Clínica Infanta Luisa de Sevilla, a los 79 años de edad. Padecía un cáncer de pulmón y su estado se había agravado en las últimas semanas.

Curro Puya, quien era sobrino del legendario Gitanillo de Triana, nació el 29 de junio de 1934. Debutó sin picadores en Tarragona en 1954 y el 26 de junio de 1955 se presentó con picadores en la plaza de Sevilla. Consiguió grandes triunfos, incluso en plazas de máxima categoría, como las de la Maestranza y Las Ventas, coso donde sufrió una terrible cornada que le rompió la femoral el 24 de septiembre de 1959 y le frenó en sus aspiraciones para tomar la alternativa y desarrollar su carrera en el escalafón de matadores de toros. De la monumental madrileña salió en hombros; así como en el coso del Baratillo, siendo llevado a hombros hasta Triana.

Como su tío, fue un torero con sello propio, brillando también con el capote y la muleta.

Debido al citado percance, Curro Puya decidió engrosar las filas de los banderilleros, convirtiéndose en uno de los toreros de plata de mayor prestigio entre 1961 y 1988. Su nombre estuvo ligado a grandes maestros y figuras del toreo y toreó a las órdenes, entre otros, de Miguel Báez Litri, Antonio Ordóñez, Curro Romero, Manolo Cortés y José Antonio Campuzano. Entre sus últimos jefes de fila se encuentra el ecijano Pepe Luis Vargas.

Apartado de los ruedos continuó siempre ligado al mundo del toro y en su última etapa ejerció como profesor de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, desde la fundación de éste centro hasta que la enfermedad se lo impidió.

En su contacto con las últimas generaciones de toreros participó en la formación de algunos matadores de la tierra, como Francisco Javier Corpas y Salvador Cortes. 

Curro Puya también ejerció de asesor artístico de la presidencia de la plaza de toros de Sevilla y fue miembro del jurado de las novilladas nocturnas de promoción de nuevos valores que se celebran en verano en la Maestranza. Llegó a asistir a una corrida de toros en la pasada Feria de San Miguel, ya enfermo, marcado por un cáncer de pulmón.

Hombre serio y amable, muy preocupado por la cantera, siempre daba desinteresados consejos a aquellos que querían ser toreros.

En 2011 fue nombrado Trianero de Honor, premio ortorgado por el Ayuntamiento de Sevilla con motivo de la celebración de la Velá de Triana.