Con 15 años fue la primera vez que sirvió un café, siguiendo los pasos y consejos de su padre, Francisco Hermosilla, propietario del negocio familiar que durante más de 30 años ha servido café a todo aquel que se acercaba a Correos, en la Avenida de la Constitución. Es en esa misma zona, en el número 30, donde, desde hace un año y medio, esta familia ha renovado su negocio con Avenida Restauración. Allí, Javier Hermosilla sigue siendo responsable de que el café esté siempre perfecto. "Soy barista, es decir, lo que el sumiller es al vino yo lo soy al café". Formado en cursos con la Asociación Andabaristas, este especialista confiesa tomar al día del orden de 3 a 4 cafés: "Si es bueno, no tiene tanta cafeína como la gente piensa". Su mayor preocupación es la de acercar este mundo al público, que sus clientes sepan diferenciar entre lo que es tomar un buen café de lo que no lo es. Para ello, hoy, junto al presidente de Andabaristas, conocido como Juanma Cafeína, organiza en su bar-cafetería una Coffee Sessions, en la que ofrecerá a quienes se acerquen hasta el lugar degustaciones de cafés elaborados con ingredientes como chocolate blanco, dulce de leche, licores o avellanas, "nuevos gustos que hacen que hasta a quien no le guste el café, le guste". Hermosilla explica los secretos del café ideal: café y leche de calidad, una buena máquina y molienda y el control que el barista tenga del proceso de extracción, así como de la presentación y, "lo que es igual de importante, el trato al cliente".