Ritmo, movimiento, instinto, inspiración, todo lleva a lo abstracto en la pintura de Sophie Mühlenburg que, sin embargo, refleja con precisión la evolución de su trayectoria artística. Mitad alemana mitad austriaca, Sophie llegó a Sevilla hace unos siete años y se quedó "impresionada e impregnada del flamenco". El trabajo que hasta el 3 de junio expone en Espacio Aurora, One Flow, difiere en formas de sus comienzos, "cien por cien flamencos y más figurativos". Poco a poco, fue abriéndose hacia un contenido y un continente más conceptuales, aunque el rastro de su sello puede seguir aprenciándose, por ejemplo, en los mapas de la geografía andaluza que introduce en sus creaciones, reflejo de la tierra que le sirve de fuente de inspiración. Berlín, Barcelona, Jaén o Múnich son algunas de las ciudades por las que ha pasado su trabajo pictórico; y en Sevilla, en el Museo del Baile Flamenco, su obra se mostró de 2006 a 2007. Lo que algunos han descrito como "poemas visuales" son pinturas que han evolucionado, al igual que su creadora, en formas rítmicas que reduce a "pura inspiración o instinto" y que refleja con una técnica mixta en la que, por primera vez, ha empleado el papel. En la dirección y producción de escenografía, a través de su empresa Ópera Flamenco Productions, Mühlenburg también ha encontrado una oportunidad para mostrar su arte. "He trabajado en la escenografía de espectáculos de Farruquito y la familia Farruca muy visuales de los que me siento orgullosa".