-A finales de julio sufrió un infarto. ¿Cómo se encuentra de salud?
-Un infarto en el bazo. Cuando dices un infarto, la gente enseguida piensa en el corazón. Pues no, lo mío ha sido muy raro. Me gustan a mí las cosas raras. Pero nada, estoy bien, estoy recuperado y llevo trabajando ya dos meses. Cuidándome mucho pero bien.
-Ya con las pilas cargadas con el espectáculo Como en casa de uno... en ningún sitio. ¿Los viejos rockeros nunca mueren?
-No sé si soy viejo ni si soy rockero pero sí, ahí estamos al pie del cañón. Con las mismas ganas de siempre e intentando pornerle la misma ilusión a cada actuación como si fuera la primera.
-¿Qué ofrece al público en este espectáculo?
-Es una vuelta al mundo en la que vamos a visitar un montón de países y lo que nos encontramos es que son muy distintos en costumbres, gastronomía, cultura... a nosotros. Tratamos de mostrar cómo reacciona una persona normal, un ciudadano de a pie que sale de España y se pone a dar la vuelta al mundo, durante la que se encuentra con cosas extrañísimas por varios sitios.
-Ya que habla de gastronomía... ¿Le siguen pidiendo que cuente el chiste de las magdalenas?
-De vez en cuando. Pero cada vez menos.
-Pero son chistes que nunca dejan de estar de moda.
-Sí, lo que ocurre es que hace mucho que no cuento ese chiste. A mí me encanta que a la gente le guste ese chiste. Si algún día hago un espectáculo de grandes éxitos, lo volveré a contar.
-La comida está muy presente en los chistes, como el de los garbanzos de Paco Gandía. Ahora está en Huelva, Capital Gastronómica, y puede comer muy bien donde quiera pero ¿mantiene también eso de como en casa de uno en ningún sitio?
-Eso está clarísimo. En las comidas a las que uno está acostumbrado no tiene competidor posible por muy rica que esté la que te preparen en otro sitio. Un potaje que te haga tu madre o te hagas en tu casa con tus avíos... eso no se puede superar. Pero, bueno, hay que intentar abrir la mente e intentar probar cosas exquisitas que hay también en otros sitios.
-En su carrera ha hecho de todo. Ha sido actor, ha participado en programas de chistes, monólogos, ha sido imitador en Tu cara me suena... ¿Con qué se siente más cómodo?
-Sin lugar a dudas en el teatro. El contacto con el público es lo más gratificante que hay. Es donde más a gusto trabajo. El resto de cosas son maravillosas pero el teatro es con lo que más disfruto.
-¿Ha cambiado mucho el humor en España?
-Sí, ha cambiado. Si la pregunta es en qué, no sabría dar exactamente una respuesta. Cambia todo. Cambia la política, la sociedad, nos vino una crisis que no teníamos antes... Entonces cambian muchas cosas y el humor va cambiando conforme van cambiando el resto de cosas.
-¿Es más difícil hacer reír al público ahora que hace quince años?
-No. Creo que es lo mismo de fácil o de difícil. Depende del público que tengas en cada momento, pero el público, cuando viene a un espectáculo, viene con ganas de reír, porque cuando alguien entra en un teatro entra con ganas de pasar un buen rato.
-¿Ha hecho mucho daño el humor nuevo de redes sociales e internet al clásico?
-Creo que no. Todo enriquece. Se ha abierto una nueva dimensión y hay mucha gente que hace humor desde casa. Pues está muy bien; le da una visión paralela a lo que ves y a lo que se te ocurre.
-Imagino que la palabra "guiri" aparecerá mucho en su espectáculo. ¿Cree que algún día seremos guiris en Cataluña?
-No lo sé. Espero que no. Tengo muy buenos amigos en Cataluña y espero que eso sea un final feliz, como una buena película que se precie. Que al final se arregle todo. Creo que a nadie le gusta en realidad lo que está pasando, por mucho que unos peleen por una cosa y otros por otra. Es cuestión de serenarse un poco y de diálogo.
-¿Qué le queda por hacer en el humor?
-Lo próximo que venga, que no sé lo que es porque no me planteo nada a largo plazo. Como buen atlético que soy, voy jugando partido a partido. Ahora mismo estoy con esto. El siguiente espectáculo empezaré a prepararlo ya mismo y no me planteo mucho más porque cualquier cosa que me plantee luego a lo mejor no puedo llevarla a cabo, con lo cual es absurdo planteármelo.
-¿Cuáles son sus referentes a la hora de trabajar?
-No he tenido un referente claro. Me gusta muchísima gente. Bebo de muchas fuentes, de muchos tipos de humor. Me gusta mucho el humor gestual, el fino, el inglés... Por cercanía, y por amistad, me llevaba muy bien con Pedro Reyes, y por hacerle un homenaje podemos decir que es una de las personas a las que admiraba, aunque mi humor no tenga nada que ver con el suyo.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios