Un hombre bueno, bondadoso, con un excelente corazón, humilde, de gran nobleza y un gran compositor. El músico militar Pedro Morales Muñoz falleció en la mañana de este viernes en Sevilla a los 94 años de edad. Nacido en Lopera (Jaén) el 24 de enero de 1923, fue entre 1967 y 1983, año de su jubilación, director de la recordada Banda de Música del Regimiento de Soria 9. Es autor de varias decenas de marchas procesionales sin las que no se podría entender la Semana Santa, siendo cada año de las más interpretadas. Entre sus composiciones más destacadas se encuentran La Soledad, considerada su mejor obra; Esperanza Macarena, Virgen de los Negritos, Virgen de la Paz o Virgen del Dulce Nombre. Don Pedro, como era conocido en los ambientes musicales y cofradieros, estuvo en activo hasta bien cumplidos los ochenta años. En los últimos tiempos, una enferdad degenerativa lo mantuvo retirado de la actividad pública.

Tras la muerte del músico en la mañana de este viernes, las muestras de cariño no pararon de sucederse en las redes sociales. Numerosas hermandades y bandas de música de toda Andalucía publicaron mensajes en recuerdo del fallecido. El director de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, Francisco Javier Gutiérrez Juan, mostró a este periódico su gran pesar por la pérdida de un músico irrepetible: "Éramos muy amigos. Teníamos una relación muy especial. Venía mucho a los ensayos de la banda. Le gustaba el sonido que tenía. Cuando terminábamos nos íbamos a tomar un café y si había algún músico en la cafetería nunca le dejaba pagar. Todos le tenían mucho respeto y cariño".

Gutiérrez Juan asegura que se pierde un "maestro de otra época" que supo continuar la labor de su gran maestro, Pedro Gámez Laserna, quien le precedió como director de Soria 9: "A él le gustaba que habíamos rescatado muchas marchas de su maestro". El director de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla destaca La Soledad como su mejor marcha, aunque la más celebrada sea Esperanza Macarena: "Es un acierto. No es una obra de arte de la categoría de La Soledad, pero tiene cualidades como una melodía pegadiza, ser fácil de tocar, lo que la hace asequible a todas las bandas, y estar bien compuesta".

Durante mucho tiempo el repertorio base de la mayoría de las bandas de música fueron las composiciones de Morales, marchas y pasodobles, fundamentalmente, aunque su gran pena fue no componer música sinfónica. "Tenía esa espina clavada. Cuando yo le preguntaba me decía que lo tocó vivir en una España en la que no había mercado sinfónico", agrega Gutiérrez Juan.

El músico Manuel Marvizón también destaca lo mucho que Pedro Morales había aportado a la música procesional: "Dejó unas melodías bellísimas. Sobre todo esos tríos tan maravillosos. Su figura es indiscutible".

El periodista y escritor Carlos Colón, consejero editorial de Diario de Sevilla, asevera que Morales es, junto a Abel Moreno, el último gran compositor de la vieja escuela: "Cebrián, Braña, Gámez Laserna, Morales y Moreno conforman el quinteto de oro de la música macarena". Colón ensalza, además de su dimensión como músico, su bondad y humildad: "Cuando le llamamos para pedirle permiso para hacer la versión para orquesta de Esperanza Macarena de la película Semana Santa mostró una gran nobleza. Se sintió muy honrado porque su marcha la fuera a tocar una orquesta sinfónica".

Sus restos mortales recibirán sepultura en su localidad natal, donde se encuentra enterrada su esposa.