Sevilla

La Guardia Civil interviene dos helicópteros utilizados para narcovuelos

  • La operación acaba con 18 detenidos, uno de ellos un ex militar serbio que pilotaba las aeronaves y unos mecánicos kosovares que la modificaron para que transportara hasta 900 kilos de hachís.

Cae una red traía hachís desde Marruecos utilizando helicópteros pilotados por ex militares serbios

A finales de octubre del año pasado, un helicóptero pintado de negro, sin luces y sin plan de vuelo se estrelló en Villablanca (Huelva). Murió el piloto y único ocupante, que fue identificado después por ADN como Santiago Fernández Ruiz, de nacionalidad colombiana y vecino de Bormujos. Fernández Ruiz había sido aviador de la Fuerza Aérea de su país y tenía una amplia experiencia. Llevaba años transportando hachís desde Marruecos a España y había protagonizado espectaculares fugas y persecuciones con los helicópteros de la Guardia Civil. Una vez logró escapar tras aterrizar, cargado de fardos, en un prado de Pilas y huir a pie a través de unas casas cercanas. Los agentes que lo perseguían lo consideran el mejor piloto de helicópteros que han visto nunca.

No fue el único ex militar extranjero que se pasó a los narcovuelos. La Guardia Civil ha detenido recientemente a un piloto serbio, ex miembro de las Fuerzas Armadas de esta república balcánica, como integrante de una de las organizaciones más activas en el envío de droga de Marruecos a España por vía aérea. Es, como Fernández Ruiz, un tipo experimentado. Tiene 60 años y miles de horas de vuelo. Es capaz de recorrer el Estrecho a toda velocidad en un helicóptero sin luces para el que, eso sí, es imprescindible llevar unas gafas de visión nocturna.

La Guardia Civil lo detuvo a principios de diciembre cuando aterrizaba en una finca de Las Cabezas de San Juan, junto con otras dos personas que lo esperaban para descargar una droga que ya no iba en el helicóptero. El aviador se dio cuenta de que había sido detectado y logró deshacerse de la carga, posiblemente arrojándola al mar. La Guardia Civil buscó los fardos sin éxito por la sierra de Cádiz. Aquella madrugada, la del 9 de diciembre, el piloto serbio había salido desde una finca de Osuna y había puesto rumbo Sur, hacia Marruecos. Poco después regresaba a otra parcela de Las Cabezas, donde fue detenido.

Había llegado a Sevilla pocos días antes, procedente de Suiza, donde tiene su residencia. Un piloto experto como él puede llegar a cobrar hasta 100.000 euros por vuelo. Viene a España, pasa unos días en Sevilla en un piso alquilado por la organización que lo contrata, que le pone también un coche para sus desplazamientos y todas las comodidades, hace el transporte de droga y se marcha de nuevo a casa. Así hasta el próximo vuelo.

El helicóptero que pilotaba es un Bolkow-105, que la organización había comprado en Alemania por medio millón de euros. Habia sido modificado por unos mecánicos kosovares, que lo habían puesto a punto y adaptado para que pudiera transportar una mayor carga. Un aparato de este tipo podía llegar a traer hasta 900 kilos de hachís, todos ellos muy bien preparados e impermeabilizados para tratar de recuperar la mercancía en caso de que caiga al agua.

“Es muy difícil de detectar este tipo de vuelos, porque los pilotos son experimentados, vuelan a cota baja, llevan gafas de visión nocturna y son muy rápidos”, ha explicado esta mañana el capitán Ernesto Segura Iglesias, jefe del equipo de Policía Judicial de la comandancia de Sevilla, en una rueda de prensa ofrecida en las instalaciones del Instituto ADA ITS, donde se ha depositado tanto ésta como otra aeronave intervenida, para que los alumnos de este centro puedan formarse.

La investigación arrancó en febrero de 2017, cuando la Guardia Civil intervino un primer helicóptero en una finca de la sierra de Ronda. Pertenecía a una red dirigida por un ciudadano marroquí con residencia en Marbella. A partir de ahí, los agentes de los equipos de Policía Judicial de las comandancias de Sevilla y Málaga comenzaron lo que llamaron Operación Andalucía-Serranía, que ha terminado con 18 personas detenidas.

Los guardias tuvieron conocimiento de que los narcos estaban buscando una nueva aeronave para poder seguir operando, después de perder el primer helicóptero. Lo compraron legalmente en Alemania por medio millón de euros y lo trajeron oculto en un camión hasta España. Una vez aquí, se guardó primero en una finca próxima al aeropuerto de Córdoba y después fue trasladado a una parcela de Osuna. Lo hacían así para evitar que pudiera ser robado por otra banda o intervenido por la Guardia Civil.

Los narcotraficantes dejaron pasar el verano y prepararon los vuelos para diciembre. La Guardia Civil detectó que la actividad de la organización se intensificaba los primeros días de este mes, hasta que comprobaron que el narcovuelo se había fijado para la madrugada del 9 de diciembre. Tras las detenciones del piloto y otras dos personas en Las Cabezas hubo varios registros en las provincias de Sevilla y Málaga. Hubo detenidos en Coria del Río y Sevilla capital también. En total fueron 18 los arrestados, que el juez de Torremolinos que dirige la investigación ha dejado en libertad.

La Guardia Civil considera que la organización ha quedado totalmente desmantelada, al haber sido aprehendido el helicóptero, la principal herramienta de esta banda de narcos, que además se vieron obligado a deshacerse de la carga.

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