La Real Fundación Patronato de la Vivienda de Sevilla, una entidad centenaria y sucesora del Real Patronato de Casas Baratas, ha despedido a seis de los diez trabajadores de su plantilla debido a las pérdidas económicas registradas en los últimos tres años y el "importante descenso del volumen de actividad". Los empleados despedidos, a los que se comunicó la extinción de sus puestos el pasado viernes, son el gerente y el abogado de la empresa, así como la secretaria del gerente, dos administradores y una empleada de la limpieza. Estos trabajadores ya han anunciado que emprenderán acciones legales contra la empresa, según explicaron ayer a este periódico fuentes próximas a los empleados.

El Patronato de la Vivienda es una institución promotora de viviendas sociales, sin ánimo de lucro, privada e independiente que ha acumulado pérdidas importantes en los últimos tres años. En la carta de despido de estos seis trabajadores, el propio Patronato explica las razones "económicas, productivas y organizativas" que han motivado esta decisión y así apuntan al resultado económico negativo de este ejercicio, que asciende a 453.189,33 euros, así como los -160.796,21 euros con los que cerró 2015, los -192.564,2 del 2014 y los -74.098,93 de 2013.

El Patronato destaca igualmente el descenso de su actividad en la promoción de viviendas, que está "totalmente parada desde 2014", aunque cuenta con algunos terrenos en diferentes estadios urbanísticos, todos ellos de "difícil viabilidad en el corto plazo".

De las otras actividades del Patronato, explica que el alquiler de activos propios se limita ya a la gestión y cobro de 98 viviendas más algunos locales, y en cuanto a la liquidación de cuotas de vivienda y formalización de escrituras de compraventa, precisa que ya sólo quedan 1.774 viviendas por escrituras, de las cuales sólo 580 tienen cuotas pendientes".

En este contexto, el Patronato de la Vivienda -que preside el arzobispo Juan José Asenjo- considera que la Fundación se encuentra "claramente sobredimensionada en todos sus departamentos, existiendo un gran desajuste entre el volumen de empleados existentes y el necesario" para su labor, por lo que ve imprescindible reorganizar los recursos humanos dado que los gastos de personal suponen un coste anual de 559.530,81 euros "repartidos en sólo diez empleados".