El entrenador del Sevilla salió, como toda la expedición, decepcionado de lo ocurrido en el estadio de Balaídos. Vincenzo Montella lamentaba la suerte de los suyos, pero justificaba la derrota por la diferencia en el acierto ante el gol entre un equipo que tuvo las primeras ocasiones, el suyo, y otro que metió la primera de la que disfrutó, el Celta.

"Hemos empezado bien, concentrados, entendiendo la importancia del partido y teniendo ocasiones. Después no hemos encontrado la tranquilidad que necesitábamos para volver al partido tras el gol de ellos. Estamos enfadados, no hemos reaccionado y tenemos que buscar las soluciones oportunas", decía el italiano en su comparecencia ante los medios.

Montella no quiere que esta nueva goleada merme la confianza del equipo en los frentes que le quedan por disputar. "Tenemos un equipo de calidad y yo estoy aquí para hacer de esto una realidad y terminar la temporada con orgullo porque tenemos partidos muy importantes para ello. Tenemos que hacerlo entre todos luchando y peleando", comentó el preparador napolitano, que incidía en este mensaje y pedía unidad para no descomponerse: "Todavía tenemos objetivos importantes, la Liga el primero porque hay que volver a jugar en Europa la próxima temporada; y luego la Champions y la final de la Copa. Tenemos que pelear y estar unidos para mejorar".

El ex jugador de la Roma y de la selección italiana elogió el partido del portero celeste Sergio Álvarez. "Ha estado bravo", puntualizó para lamentar seguidamente las numerosas ocasiones desperdiciadas por sus jugadores en la primera media hora de partido. "No es la primera vez que nos pasa. Tenemos que aprovechar mejor nuestras ocasiones. Y cuando el rival se adelanta hay que reaccionar mejor", terminó.