La riqueza táctica de Jorge Sampaoli se fundamenta en la libertad táctica. Es una de la paradojas de la filosofía amateurista que tanto está dando que hablar en su llamativa irrupción. Amateurismo puede vincularse a la identificación con unos colores, algo que no casaría demasiado con la sobreexposición del propio entrenador en las tribunas capitalinas, ni con cierta dejadez a la hora de espantar rumores. Pero el concepto tiene que ver más quizá con la liberación del futbolista para que no sea un autómata, para que vuelva el pelotero de la calle. Fuera los corsés tácticos, automatismos los precisos, que lo mecánico es contraproducente con lo creativo. Hay que ganar y dar espectáculo.

La contrapartida negativa es la desnudez de la defensa, que el Sevilla está sobrellevando en la Liga de forma sobresaliente, pues aun encajando goles ha propiciado remontadas memorables, por fe, por fútbol, por calidad. En las eliminatorias, donde tan dañinos son los goles encajados, no es lo mismo: cayó en la Copa ante el Madrid, con mala suerte en el sorteo y mala gestión de la ida; y se va a jugar los cuartos de la Champions con un incierto 2-1 que desdice de la tremenda diferencia entre Sevilla y Leicester City.

Sampaoli busca dotar al equipo de la más amplia panoplia de armas posible y a veces olvida que el escudo es el sustento de toda buena panoplia... Cada vez tiene más armas con que agredir. Sarabia está en racha, Jovetic marca y fabrica jugadas de gol, Iborra sigue aportando su cuota anotadora, el balón parado también suma... Es el equipo en el que más suplentes han marcado y el que más repartido tiene el gol tras el Madrid.

sin balón

Rami le preguntó al míster antes del Sevilla-Madrid si se iba a ver a solas con Cristiano Ronaldo. "Claro, su reto es ganarle los uno contra uno". La zaga sufre en las transiciones, tanto en la salida como en las contras. La presión adelantada ha provocado algún fuego y ha obligado a buscar el pelotazo desde atrás, contraviniendo la norma de sacarla jugada. Otra norma es la de presión tras pérdida, inmediata, exhaustiva, atosigante. Pero cuando el rival supera esa barrera de piernas en posiciones adelantadas, hay un erial alrededor de N'Zonzi, y surgen los temidos uno contra uno. En cambio, el Sevilla ha defendido bien cuando ha planteado una defensa posicional: Turín, Lyon, Las Palmas.

con balón

Con Lenglet ha ganado el Sevilla un vértice más en la salida, pero es baja, y Pareja aporta un eficaz balón en largo. N'Zonzi y Nasri son los dos astros alrededor de los cuales pululan los satélites: la potencia de Vitolo, el duende de Franco Vázquez, la clase de Jovetic, la rápida pegada de Ben Yedder, el desborde de Mariano... El Sevilla, siempre con muchas piezas por delante del balón, avanza al son que marcan sus dos astros, a veces al ralentí que impone Nasri, líder de la magia.

lo mejor

La convicción en una idea que parecía quimérica, lunática casi. Y el abanico de opciones tan amplio.

lo peor

Desnudo en las transiciones con tanta gente en campo contrario. Se echan en falta coberturas.