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Otra película distinta

  • El cambiado equipo de Montella tiene la oportunidad de ganarse al fin el favor del sevillismo con un sonado pase a semifinales de Copa

  • El 1-2 de la ida, una ayuda con la que no fiarse

Mercado, Franco Vázquez, Muriel, Escudero, Banega, Nolito y Carole se ejercitan en la ciudad deportiva.

Mercado, Franco Vázquez, Muriel, Escudero, Banega, Nolito y Carole se ejercitan en la ciudad deportiva. / fotos: juan carlos muñoz

Es uno de los misterios del fútbol. Puede que el que mayor de todos, pero la única verdad es que el aire ha cambiado en el corto espacio de tiempo de seis días, los que van de la victoria del Sevilla en el Wanda Metropolitano a este punto en el que el sevillismo se ilusiona con otra película totalmente distinta. Vincenzo Montella es ahora mismo el hombre sobre el que están puestas todas las esperanzas cuando hace nada todo eran nubarrones en torno a su figura. En dos partidos, el italiano ha borrado las dudas y hoy por hoy el equipo nervionense parece haber recuperado la alegría que perdió en el mes de diciembre que acabó llevándose por delante a Berizzo y que cayó hasta su punto más bajo el 6 de enero con la sofocante goleada sufrida ante el Betis en el derbi.

El lleno que registrará el Ramón Sánchez-Pizjuán es una muestra de cómo las sensaciones han pasado de un extremo a su opuesto. El Sevilla está a noventa minutos de meterse en unas semifinales de Copa y cuenta con la importante ventaja del triunfo obtenido ante el Atlético en el Wanda Metropolitano, una victoria que tiene el doble valor por la situación de depresión con la que llegaba el Sevilla y por lo difícil que resulta hincarle el diente a un equipo entrenado por Diego Simeone. Evidentemente, nadie duda que para llevar la empresa a cabo los de Montella tendrán que sufrir de lo lindo, pero tampoco que este equipo y este estadio tienen el don de transformarse en citas escogidas y que ya es hora de asistir a la primera de esas noches mágicas que Nervión cíclicamente regala a su gente y que aún no habían aparecido en la presente temporada.

Pero igual que hay que aplaudir el cambio en la dinámica, no estaría de más recordar que este grupo aún está en proceso de adaptación a las ideas del nuevo técnico y dejarse llevar por la euforia es la peor táctica en estas situaciones. El 1-2 que materializaron Jesús Navas (con la colaboración de Moyà) y Correa en Madrid es un poderoso escudo protector contra la fuerza que va a ejercer el Atlético de Simeone, algo de lo que nadie duda.

Será cuestión de jugar con inteligencia y frialdad y, sobre todo, aprovechar la confianza que ahora mismo ha ganado el vestuario con ese triunfo en el Wanda y el golpe dado el pasado sábado con el 0-3 en Cornellà en una competición en la que el Sevilla estaba trazando una trayectoria preocupante.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía. FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

FUENTE: Elaboración propia. GRÁFICO: Dpto. de Infografía.

Montella parece haber dado con el bloque, con el esquema y con el modo de funcionamiento que mejor le va a esta plantilla, un 4-4-2 clasiquísimo en el que las tareas están perfectamente definidas. La duda está en si los mismos once futbolistas que de inicio pergeñaron la sorpresa de la ida y el triunfo ante el Espanyol jugarán todos su tercer partido en una misma semana. Hay jugadores, encima, que no han tenido ni un solo descanso desde la llegada del italiano, como Banega, a quien el técnico debería haber hecho parar ante el Cádiz y al que ahora le sobra ese sobreesfuerzo en las piernas.

Las cosas se ven de otra manera y el recibimiento al equipo será muy diferente al que la afición le dedicó en su última comparecencia en este escenario ante el Cádiz, una noche en la que irremisiblemente tenía que salir a relucir el tremendo enfado por el ridículo asistido en el derbi en la que a algunos jugadores, como a Correa en vez de celebrar el gol que anotó, les salió de dentro pedir perdón al sevillismo.

Es una oportunidad muy cercana de meterse de lleno en el cuadro final de una competición en la que los sevillistas siempre tienen un pálpito especial y sería la mejor manera de que Montella entrase de forma definitiva en el corazón de una afición a la que le ha costado conectar de verdad con los últimos entrenadores. También serviría para tranquilizar las aguas dentro de la sociedad.

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