Entre un 5% y un 6% de los jóvenes andaluces con edades comprendidas entre los 14 y los 34 años tienen o han tenido algún tipo de trastorno de la conducta alimentaria, según Claudio Priore, director de los centros ABB en Andalucía. Éste es un probema que va más allá de la comida, siendo la segunda enfermedad crónica entre los jóvenes que llegan a Salud Mental. La novela presentada ayer en el Centro ABB de Sevilla (C/ Vidrio, 32) da voz a los afectados.

Qué sientes cuando no sientes nada es una novela surgida del trabajo literario de un grupo de jóvenes con trastornos de la conducta alimentaria con el escritor Víctor Panicello. Una historia hecha por y para jóvenes y su entorno, tanto familiar como social, que desgrana las obsesiones, la amistad, autoestima o el amor vividos cada día por los afectados por esta enfermedad.

Parte de los beneficios de la venta del libro irán destinados a la Fundación ABB

La Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha calificado el libro como "lectura de interés".

Durante la presentación, Claudio Priore explicó que la novela desvela, en gran medida, todo lo que esconden los trastornos de la conducta alimentaria y que la mayoría vive, en un primer momento, solos: sufrimientos, alteraciones de emociones y padecimiento de las familias. "Es una herramienta para entender qué es un trastorno de la conducta alimentaria y a quienes lo padecen", afirmó.

"Lo que más me sorprendió es que en las primeras sesiones salió a relucir que el problema no era la comida. Es un libro de ficción con historias muy reales. Para mostrar la relación con la alimentación, el libro ofrece un recetario en el que se identifican platos con sentimientos como ocurre en la llamada ravioli aislado o en el pionono a dos tiempos", comentó Víctor Panicello.

Una de las jóvenes que ha intervenido en la creación de la novela es Anabe. Este proyecto le ha servido para "revelar lo que sentimos nosotros y no lo que creen los demás. Cuando estás inmersa en el problema no sientes nada ni tienes ilusión por nada".

El testimonio de Clara es diferente, quería mostrar la cara de una enfermedad de la que es consciente desde que tenía 6 años. "Escribí sobre el aislamiento, me sentía como en una caja de hielo donde nadie podía entrar. Isabel aporta que lo mejor de esta experiencia es "poder expresar lo que sientes, qué hay detrás de esto".

La Fundación ABB, creada el año 2004, es una entidad sin ánimo de lucro que tiene como objetivo sensibilizar a la población infantil y juvenil sobre los trastornos de la conducta alimentaria y difundir los factores de prevención tanto en el ámbito escolora como social. El centro que la entidad tiene en Sevilla atiende a 155 pacientes, la mayoría chica, aunque últimamente ha crecido el número de chicos.