Ana Cambón Blanco es desde este lunes la primera mujer que dirige una comisaría de la Policía Nacional en Sevilla. Tampoco hay ninguna otra en un puesto similar en toda Andalucía. Está al frente de la sede policial de Alcalá de Guadaíra y es, por tanto, un referente para las mujeres de la Policía Nacional, que representan sólo el 12% del total de los agentes. Cambón supone un espejo en el que mirarse no sólo para las policías en activo, sino también para todas aquellas mujeres que estén pensando en orientar su carrera profesional a las Fuerzas de Seguridad.

Leonesa afincada en Sevilla desde hace muchos años, la que fuera durante doce años jefa de prensa de la Policía Nacional ha conseguido así romper el llamado techo de cristal, esa barrera invisible que parecía mantener a las mujeres lejos de puestos de responsabilidad en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

El jefe superior de Policía, Andrés Martín Garrido, entrega a Ana Cambón el bastón de mando.

Cambón tomó el bastón de mando en un acto que se celebró a mediodía en el salón de Plenos del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra. Se lo entregó el jefe superior de Policía, Andrés Martín Garrido Cancio, quien le recordó que el bastón es un símbolo de autoridad, pero también de responsabilidad. Cambón juró su cargo y pronunció un discurso en el que desgranó las líneas maestras del que será su programa. Aseguró que sólo tiene un objetivo, "trabajar", y que centrará sus esfuerzos en la protección de los colectivos más vulnerables, como son los mayores y los niños.

Otro de los ejes de su mandato al frente de la comisaría de Alcalá será la lucha contra la violencia de género, "máximo exponente de la desigualdad entre hombres y mujeres", una lucha con la que, aseguró, se encuentra comprometida profesional y personalmente. Cambón fue durante años jefa del entonces llamado SAF (acrónimo de Servicio de Atención a la Familia), la unidad de la Policía Nacional especializada en los casos de violencia doméstica y agresiones y abusos sexuales. Durante esa etapa esclareció un buen número de delitos de tipo sexual y detuvo a varios violadores en serie que operaron en Sevilla.

Ana Cambón, durante su discurso.

Otra de las líneas básicas será la persecución del tráfico de drogas a pequeña escala, "tanto en centros educativos y sus entornos como en los núcleos de ocio". La nueva comisaria anunció que reforzará si es necesario la presencia policial en las calles de la ciudad, como forma de prevenir los robos en establecimientos comerciales y domicilios.

"Se trata de un trabajo constante en el tiempo que sólo puede conseguirse si se realiza en equipo". Por ello, dijo, es fundamental mantener unos "buenos canales de comunicación y una relación estrecha" con distintos colectivos. Uno es la judicatura y la Fiscalía, "pues trabajamos con el mismo objetivo y sólo así lograremos una mejora de la seguridad ciudadana". Pero también será importante mantener vínculos con las asociaciones empresariales y vecinales, y con los representantes de los polígonos industriales y grandes superficies. Alcalá tiene una extensa zona industrial en la que pueden registrarse robos.

La comisaria, en el patio del Ayuntamiento de Alcalá.

No se olvidó Cambón de la colaboración con "el resto de operadores de seguridad", a los que una la misma misión, "proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana". Anunció que habrá "transparencia" en su gestión y dedicó un guiño a la prensa y los medios de comunicación, con los que ha tratado durante su etapa al frente del gabinete de la Jefatura, "para aunar tanto el derecho a la información como el derecho a la seguridad".

El subdelegado del Gobierno en Sevilla, Carlos Toscano, destacó que Alcalá es una ciudad en la que la tasa de criminalidad se ha reducido en un 20% en los últimos años. Sobresale aquí el trabajo del anterior jefe de la comisaría, Francisco Carmona. La alcaldesa, Ana Isabel Jiménez, tendió la mano a la comisaria y mostró su satisfacción por ver a una mujer al frente de la sede policial de la ciudad.