La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha terminado justo antes del inicio escolar la reforma del paso de la carretera SE-3304 (San Juan-Palomares) sobre el arroyo Porzuna, en el término de Mairena del Aljarafe, lo que permitió abrirla al tráfico el miércoles por la noche.
Ahora, se están ultimando los accesos peatonales desde este área a los dos centros educativos del entorno, los colegios de Las Marismas y El Olivo, de forma que será posible acceder a ellos desde la zona Sur de Mairena a pie o en bici y no sólo en coche, como ocurría hasta ahora porque la carretera carecía de arcenes en este cruce, lo que obligaba a muchos padres a coger el coche para trasladar a sus hijos.
Estas obras que está rematando la CHG suponen la continuación y el remate final del carril para peatones y ciclistas –la llamada ciclosenda– que el Ayuntamiento de Mairena del Aljarafe ya ha acometido a lo largo de otros 400 metros, desde la Avenida de la Naturaleza, de forma paralela a esta carretera, que pertenece a la Diputación, con una inversión de 236.000 euros.
El Consistorio, que inició la construcción de su parte hace ahora un año, había urgido a la CHG para que este último tramo (el 10% final) estuviera listo para el inicio del curso, el próximo lunes 30 y se ha llegado con el tiempo justo. Esta senda peatonal y ciclista servirá para mejorar además los accesos al Parque Porzuna desde el resto de Mairena.
La carretera, que es importante para el tráfico metropolitano entre San Juan de Aznalfarache y Palomares del Río pero también para la circulación interna de Mairena, ha estado cortada durante los dos meses en los que se ha estado ejecutando el nuevo paso por el arroyo. El tráfico se ha desviado por el centro de Mairena.
Según destacaron fuentes municipales, desde que se reabrió la noche del miércoles, ha aumentado la fluidez de la circulación en el resto del casco urbano.
El gobierno local socialista ha recordado que la ciclosenda era uno de los ejes de la estrategia para integrar a los distintos barrios y permitir el tránsito a todos ellos no sólo en coche, sino a pie y en bicicleta. La parte reservada para peatones de esta ciclosenda tiene una anchura de 1,80 metros y la de los ciclistas, 2,5 metros. A lo largo del recorrido se han plantado árboles (62 almeces) y adelfas.
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