El Defensor alerta del incremento de menores adictos a los juegos de azar
Andalucía
La institución andaluza teme que se produzca la pérdida de una generación como sucedió "antaño por el consumo de drogas"
Sevilla/El Defensor del Menor en Andalucía en funciones, Jesús Maeztu, alertó del "auge sin respuesta" de la adicción a los juegos de azar por parte de adolescentes y jóvenes, toda vez que ha apuntado que de los 686 menores tratados en 2018 en centros ambulatorios por abuso o dependencia con sustancias, un 1,9% fueron tratados por juego patológico. En 2009 ese porcentaje era de 1,3%.
Fue ése uno de los asuntos que el Defensor señaló en su Informe Anual de 2018, que entregó a la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, y en el que también destacó las cifras de pobreza infantil, entre otros asuntos.
En 2018 se tramitaron en asuntos de infancia, adolescencia y juventud 1.654 expedientes de queja (casi un 13% más), de los que 1.617 fueron instados por la ciudadanía y 37 se iniciaron de oficio promovidos por el Defensor.
En relación a esta materia, Maeztu advirtió sobre que la publicidad, la asociación con el ocio y la diversión, la ausencia de medidas de control o la creciente aceptación social del juego "están contribuyendo al incremento de la participación de menores y jóvenes en los juegos, representando un riesgo para ellos dada su situación de vulnerabilidad", citó en una nota Europa Press.
Maeztu, que definió este fenómeno como una "adicción sin sustancia", se sumó a las voces que avisan del riesgo "de perder una generación por el juego de azar, al igual que antaño se perdió otra por el consumo de drogas".
"Los avances tecnológicos, el aumento de la disponibilidad de Internet y la comodidad que ofrecen las tecnologías móviles están impulsando el acceso y el crecimiento del juego en línea para los menores", señaló Maeztu, quien se alineó con ciertas voces que señalan que la publicidad representa "un factor determinante".
Para Maeztu, "el incremento de la actividad en apuestas digitales y de locales de juego se ha producido al compás del aumento de anuncios publicitarios". Después de ocho años de la entrada en vigor de la ley estatal reguladora del juego y, pese a varios intentos, "todavía no existe un reglamento que regule la publicidad de los juegos de azar a nivel estatal", lamentó el Defensor.
En varias comunidades autómas se han desarrollado iniciativas para limitar la publicidad en los medios. En ese sentido, Andalucía ha sido "pionera" en los medios audiovisuales, con restricciones que permiten la emisión de programas dedicados a juegos de azar de madrugada, "pero en otros soportes la limitación es nula".
Ante esta situación, y en pos de la protección de los menores frente a los riesgos de los juegos de azar, Maeztu apuesta por profundizar en la investigación del fenómeno, incrementar las medidas preventivas contra el juego de azar por adolescentes y jóvenes, con campañas de educación y sensibilización, y que "un porcentaje de la recaudación de la tasa fiscal sobre el juego se destinase a la financiación de políticas de prevención y tratamiento de ludopatías".
De los 8.000 MENA llegados a los centros, permanecieron la mitad
El Informe Anual de 2018 del Defensor del Menor incluye un capítulo sobre la atención a los menores inmigrantes no acompañados (MENA). Sobre esta cuestión, el Defensor apuntó que el pasado año siguió la tendencia iniciada en 2016, "con un aumento constante de llegadas a las costas andaluzas de niños procedentes de otros países, mayoritariamente de Marruecos", al tiempo que indicó que la llegada "ha supuesto un esfuerzo muy importante en la creación de nuevas plazas en centro residenciales". La urgencia con la que están creándose estos nuevos recursos para la atención de estos menores ha generado "no pocas distorsiones que han incidido negativamente en la calidad de la atención", generando un "importante número de quejas, de forma más significativa formuladas por organizaciones sin ánimo de lucro", agregó Maeztu en la sede parlamentaria, por lo que invitó a reflexionar sobre la "idoneidad" del actual sistema de protección para responder adecuadamente a las necesidades "singulares" de los MENA. Maeztu añadió que, "de los alrededor de 8.000 menores que entraron en la red de centros, se quedaron más o menos la mitad" y recordó que se promovieron actuaciones para que el resto de los defensores y al Defensor del Pueblo de España.
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