LA consejera de Presidencia de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, será proclamada en los próximos días candidata socialista en las próximas elecciones autonómicas. Los otros dos militantes que aspiraban a ser nombrados candidatos, el consejero de Agricultura, Luis Planas, y el alcalde de Jun (Granada), José A. Rodríguez Salas, no consiguieron reunir en el plazo que concluía anoche el aval del 15% de los militantes socialistas que les habría habilitado para disputarle la nominación a Díaz. En consecuencia, el proceso de elecciones primarias impulsado por el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, tras su sorpresivo anuncio de retirada, formulado durante el Debate sobre el estado de la Comunidad, ha quedado inconcluso, sin que vaya a producirse la votación final para la designación del candidato. Los dos aspirantes fallidos se han quejado de la falta de igualdad de oportunidades que ha lastrado el proceso de primarias, criticando que no se les haya facilitado el censo oficial de militantes para poder recabar los avales precisos, que no se facilitara el aval telemático y que el proceso se haya convocado a toda prisa y sin darles tiempo para realizar una campaña en condiciones. Sus recursos han sido rechazados por los órganos correspondientes, que se han atenido a las normas que rigen la celebración de primarias en el PSOE, si bien es de destacar que el congreso federal socialista de febrero de 2012 contemplaba la posibilidad de reducir al 10% el número de avalistas necesarios para participar, así como la instrumentación de mecanismos para la participación de los simpatizantes del partido. Por encima de estas circunstancias, lo cierto es que el proceso se ha hecho a la medida de Susana Díaz, que ya partía de una posición más favorable por ser mucho más conocida y disponer previamente de mayor anclaje orgánico en el PSOE, cuyos dirigentes regionales y provinciales la han respaldado casi sin excepción, propiciando la recogida de un número cuantioso de avales. Es muy probable, pues, que de haberse llegado al final del proceso con la votación correspondiente el resultado habría sido el mismo: victoria incontestable de Susana Díaz, que en pocos años ha ascendido a la cúpula del socialismo andaluz hasta convertirse en la persona de máxima confianza de Griñán y, a partir de ahora, su sucesora en la institución autonómica a la espera de la decisión de los ciudadanos en su momento. En el futuro el Partido Socialista está obligado a perfeccionar el proceso de elecciones primarias, en la línea apuntada por el congreso federal, para posibilitar el debate a fondo, la transparencia sin limitaciones y la participación de la militancia de base en las decisiones más trascendentes.