Andalucía

Susana Díaz gana sin urnas pero con rotundidad

  • La consejera de Presidencia añade legitimidad al reunir avales de casi la mitad de la militancia. Ni Planas ni el alcalde de Jun consiguen apoyos suficientes para forzar al PSOE a seguir las primarias.

"¿Cuántos lleva Susana?". La calle de San Vicente de Sevilla, donde está la sede del PSOE andaluz, vivió ayer por la tarde algunos momentos que parecieron propios de una comedia. "¿Qué cuántos avales son?", se vuelve a oír de entre la nube de periodistas y militantes bajo un calor de julio andaluz, hasta que uno de los presentes, aburrido ya de tanta prisa, lo suelta: "La furgoneta entera". Una nueva unidad de medida: la furgoneta. Susana Díaz consiguió  reunir 21.880 avales, más unos 200 que llegaron a última hora a la calle de San Vicente: suman unos 22.000, lo que supone casi la mitad de la militancia de su partido. El equipo de la consejera de Presidencia ha querido legitimar un proceso de primarias que concluirá sin unas elecciones con un apoyo masivo a su candidata.

Hoy se conocerá el número exacto de avales, pero rondará eso: la mitad. "Si no hay urnas, que  se note que hubiese ganado las elecciones", comentó a este medio uno de los partidarios de Susana Díaz, uno de los que ha estado en este trabajo que parece preconcebido con anterioridad al 26 de junio, cuando el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, anunció que no se volvería a presentar a las elecciones y que convocaba primarias para elegir al candidato. Díaz era la favorita de Griñán: por segunda vez, una decisión propia, que sorprendió a muchos al revelar que no se presentaría a poco más de sólo un año de mandato, se ha revelado como otro movimiento estratégico de éxito, similar al que realizó cuando quiso desligar las elecciones andaluzas de las generales.

Ni Luis Planas ni el alcalde de Jun, José Antonio Rodríguez, ni el militante de Torrox Marcos Encinas han conseguido pasar este corte (6.860 avales), por lo que Susana Díaz es ya la candidata del PSOE para las próximas elecciones andaluzas. De este modo, el PSOE finalizó ayer su primer proceso de primarias, que ha sido un ejemplo de apertura democrática  para su dirección y buena parte de sus dirigentes, y una designación si más, un dedazo -la de Griñán sobre Susana Díaz-, aunque bajo la apariencia de un método más abierto que no concluirá en unas elecciones, ya que la consejera de Presidencia ha sido la única que ha logrado reunir los avales de más del 15% de la militancia. Con una sola candidatura, Susana Díaz será proclamada, oficialmente, candidata del PSOE a la Presidencia de la Junta el próximo día 21 de julio. Antes de que finalice este mes, la Ejecutiva y el Comité Director darán el visto bueno a este proceso electoral, y Díaz se convertirá en una  suerte de presidente in péctore. A llegar septiembre, sino antes, ya se notará, porque la hoja de ruta de Díaz no acabó ayer, con la presentación de estos avales, sino que seguirá hasta que se afiance en la Presidencia, bien por medio de unas elecciones anticipadas o por una dimisión de José Antonio Griñán. Si éste, tal como cree la mayor parte de su grupo parlamentario, se marcha este otoño, Griñán habrá sido un presidente de transición y Díaz, la verdadera sucesora de Manuel Chaves. "Griñán estaba para el cambio, pero Susana viene para quedarse", comentó a este medio una de las personas cercana a la ya candidata.

Luis Planas, consejero de Agricultura y su rival más serio, en todos los sentidos, se quedó a las puertas. 4.500 avales, según su equipo. Si se hubiesen seguido las recomendaciones del 38º Congreso Federal del PSOE, que rebajaba el límite necesario de avales hasta el 10%, Planas habría entrado en la carrera electoral. Sin sacar los pies del plato, el consejero de Agricultura criticó que sólo ha tenido 17 días desde que anunció su candidatura para conseguir estos apoyos. Planas ha contando con el mismo calendario que Susana Díaz, pero no hay duda de que ésta tenía a su lado no sólo al aparato, sino que ha sido capaz, en los últimos días y para sorpresa de muchos, de lograr apoyos de algunos ex dirigentes que habían sido muy críticos con José Antonio Griñán o con su entorno. Han sido los casos de Gaspar Zarrías, de la ex consejera Micaela Navarro, de Antonio Gutiérrez Limones -alcalde de Alcalá de Guadaíra- o del Francisco González Cabaña, el ex secretario general de Cádiz.

El alcalde de Jun, José Antonio Rodríguez, otro de los cuatro aspirantes, añadió la nota de color a la entrega de avales en San Vicente. Llegó en un deportivo rojo, soltó tres cajas sobre la acera y preguntó: "¿Dónde hay por aquí un aparcamiento?". Según el de Jun, había ido recogiendo avales desde que saliese ayer por la mañana del aeropuerto de Granada. Por Antequera, "ya llevaba 6.490", pero después había conseguido "cachillos" -otra unidad de medida, al parecer- en Osuna y varias poblaciones más. Después de pasar casi media hora en la oficina que había montado la Comisión de Garantías del PSOE, a la que se le entrega los avales, aseguró que le faltaban 196 avales para llegar al límite establecido en el reglamento. Sin embargo, son muchos, tanto en la candidatura de Planas como en la de Susana Díaz, que dudan que posea más de 3.000 avales válidos. No será hasta esta mañana cuando el PSOE haga públicos cuántos avales ha conseguido Díaz, el alcalde de Jun y Marcos Encinas, ya que Luis Planas optó por no entregar los avales. Marcos Encinas, militante de Torrox, tampoco los tenía muy bien contados: "De 20 a 40", dijo.

Las primarias socialistas ha demostrado que la operación Susana  ha estado  muy bien diseñada. En  sólo tres semanas, la consejera de Presidencia ha sido capaz de poner a funcionar al aparato de su partido mucho mejor que unas elecciones legislativas o municipales, ha sumado apoyos hasta de sus enemigos más acérrimos con un mensaje de unidad y una buena parte del PSOE -al menos, la mitad- le ha respondido, posiblemente cansado de cuitas internas. "Esto ha ido mal desde que Manuel Chaves señaló con el dedo a Mar Moreno como probable sucesora", contó una persona cercana a Susana Díaz. Desde entonces, el PSOE se dividió entre partidarios de Mar Moreno y aquéllos que buscaban a otro sucesor, que finalmente fue José Antonio Griñán. El actual presidente terminó rompiendo con quienes lo había elevado a la sucesión, creó su propio grupo de leales, y de ellos surgió Susana Díaz, la que finalmente cierra un ciclo que se supone de mayor unidad. Hay que considerar que aunque el PSOE gobierno en coalición en la Junta, ha perdido las tres últimas elecciones: municipales, generales y autonómicas.

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