La Fiscalía Superior de Granada ha abierto diligencias para investigar los ataques ocurridos contra viviendas y bienes de familias gitanas ocurridas en la localidad de Íllora, en la comarca del Poniente de Granada, en respuesta al homicidio que presuntamente cometió un joven de 23 años el pasado lunes 15 de agosto.

Según informó ayer Sociedad Gitana Española en rueda de prensa, la Fiscalía ha abierto esa investigación tras la denuncia interpuesta desde esta asociación contra el alcalde de la localidad granadina, Antonio Salazar, como instigador de los hechos; el jefe de la Policía Local y el jefe de la Guardia Civil, además de los autores intelectuales y materiales de los ataques.

Los hechos ocurrieron el martes 16 de agosto cuando, tras una manifestación para exigir justicia por el homicidio de un joven de 19 años en Íllora, un grupo de personas se dirigió a las casas de familiares del presunto homicida -que en ese momento se encontraba huido y que se entregó el día siguiente- y las vandalizaron.

El escrito de la Fiscalía explica que, aunque "los datos aportados por el denunciante no son suficientes", sí que deben ser valorados los hechos "por razones de competencia" y porque "se ponen de manifiesto unos hechos presuntamente delictivos".

El presidente de Sociedad Gitana Española, Sinaí Giménez, describió esta investigación a los periodistas como "histórica para la sociedad gitana y para el Estado de Derecho", ya que va a ayudar a que "los racistas no se sientan impunes, tengan el cargo que tengan".

Asimismo, desde la asociación también urgen a las administraciones públicas a que ayuden a las familias a buscar un nuevo domicilio, porque actualmente sus casas están destrozadas y no pueden volver a ellas.

Giménez también recordó el caso del municipio de Peal del Becerro, en Jaén, donde la Fiscalía también ha abierto una investigación por un hecho parecido.

En el caso de la provincia vecina, otra manifestación por el homicidio de un vigilante de discoteca derivó en ataques a viviendas y vehículos, aunque en ese caso ni siquiera guardaban relación con los detenidos, dado que la Policía impidió el pasó a la calle donde residían sus familias.

El pasado sábado una concentración convocada por la plataforma Unión ciudadana de Íllora rendía homenaje al joven de 19 años fallecido. En torno a 2.000 personas acudieron portando velas y candiles y realizaron una vigilia improvisada y pacífica en memoria del fallecido, en la que no hubo incidentes.

En dicha concentración, los vecinos portaron carteles asegurando que la localidad no está en contra del pueblo gitano, sino a favor de la justicia, y denunciaron las hostilidades que sufrían desde hace años a causa de la presencia de la familia del encarcelado en el municipio.

Previo a la concentración, la corporación municipal de la localidad, con el alcalde socialista, Antonio Salazar, a la cabeza y representantes de PP, Ciudadanos y Adelante Íllora, habían pedido a los vecinos que la reunión fuera "pacífica" y evitar "cualquier tipo de comportamiento violento o agresivo", volviendo así "a la convivencia pacífica de la que siempre hemos presumido".

"Transmitir que por expreso deseo de la familia, las personas que asistan a dicha concentración sea en memoria de Juan y de forma totalmente pacífica, porque la paz, solidaridad y respeto eran los valores que caracterizaban a Juan", aseguraban los portavoces municipales.

La agresión mortal tuvo lugar el pasado lunes 15 de agosto, minutos antes de las siete de la mañana, en el entorno del recinto ferial de Íllora, donde previamente había tenido lugar una pelea multitudinaria tras la que se contabilizaron varios heridos.

Tras esa pelea, según la Guardia Civil, la víctima habría huido del recinto ferial, aunque fue alcanzado más tarde a la altura de la calle Diego de Siloé, donde fue golpeado, cayó al suelo y se dio contra un bordillo.

A raíz de este trágico suceso, el Ayuntamiento decidió suspender las fiestas patronales y decretó tres días de luto en esta localidad del Poniente granadino.