La jornada de caos y disturbios el pasado martes en Cádiz, con el puente Carranza como escenario central de las protestas de los trabajadores de Navantia Puerto Real, tuvo ayer su secuela. Los desperfectos causados el día anterior, que obligaron al cierre de la principal vía de acceso a la capital gaditana y sembró la confusión en el tráfico circulatorio durante más de seis horas, no pudieron ser reparados del todo, ya que los trabajadores volvieron a levantar barricadas y a quemar neumáticos sobre la calzada.

El Gobierno, a través de su delegada en la comunidad autónoma, Carmen Crespo, cuantificó ayer los daños provocados: cien mil euros. Fue una jornada "muy dura, muy complicada, en la que se cortó se cortó el puente como en muchas otras ocasiones y se quemaron postes, ocasionando costes muy numerosos", lamentó Crespo. "Son gastos que se hacen pagar a la ciudadanía y por ello procuramos que quien quiera manifestarse se manifieste de forma correcta", agregó la delegada gubernamental. Crespo calificó las protestas y sus consecuencias como "algo muy lamentable".

La representante del Gobierno central espera "que se sigan haciendo protestas porque existe el derecho a la huelga, está claro, pero con unos cauces y unas formas correctas, por el bien de todos, por cuestiones de seguridad y de mantenimiento del orden público".

Los daños recibidos en el sistema de interconexión de datos de Tráfico durante el martes más los producidos ayer harán que el carril reversible esté fuera de servicio al menos cuatro o cinco días. Ayer volvieron a quedar inutilizados sistemas que habían conseguido reparar durante el día.

El presidente del comité de empresa de Navantia Puerto Real, Ramón Linares, pidió "disculpas a todos los ciudadanos y ciudadanas por las molestias y el malestar que ocasionan las protestas en el puente, pero pido a todos ellos que sean conscientes de lo que nos estamos jugando". Linares insistió en las críticas hacia la dirección de Navantia, reclamó la participación del astillero en la construcción de plataformas eólicas marinas y calificó de "extrema gravedad" la intención de la empresa de dejar fuera de este mercado a los centros navales gaditanos.