José Antonio Griñán ya le ha puesto fecha concreta a su salida del cargo: será a finales de agosto, concretamente el día 27 de ese mes, justo después el primer Consejo de Gobierno tras las vacaciones. Asimismo, ha dicho que cree que con su sucesora, Susana Díaz, se agotará completamente la legislatura gracias al buen estado del pacto de gobierno con IU.

El presidente andaluz ha explicado en rueda de prensa que se marcha por varios motivos, aunque los más "determinantes" han sido los de carácter personal y familia. También ha pesado que una vez finalizado el proceso de primarias en el partido cree que hay que dar paso a un gobierno "fuerte, renovado y que permita dar estabilidad". Ha dicho que "quería ser coherente" en su idea de revitalizar "los motores del crecimiento" de la región y que "sólo nuevos pilotos  llevarán a Andalucía a un nuevo horizonte", ha añadido, en clara alusión a Susana Díaz. Asimismo ha afirmado que la legislatura se agotará completamente en manos de su sucesora, porque el pacto de gobierno con IU sigue vigente. En su opinión, ha tomado una decisión "de futuro, desde la responsabilidad y ejecutada con transparencia". "Es la mejor decisión para agotar la legislatura y para fortalecer la estabilidad del Gobierno de Andalucía", ha considerado el presidente de la Junta, quien ha insistido.

Sobre quienes critican a Susana Díaz asegurando que no tiene experiencia para ser presidenta de la Junta, ha afirmado que la también consejera de Presidencia una tiene experiencia demostrada, "hasta el punto de que ha conseguido la estabilidad de un gobierno de coalición y un programa del que ha sido el alma junto con Mario Jiménez". Griñán no cree que las críticas que en esta materia se están vertiendo contra Díaz se les hiciesen al expresidente del Gobierno Felipe González cuando se presentó por primera vez a las elecciones, "ni a otros muchos que han ocupado la presidencia de instituciones muy importantes", unas críticas que, en su opinión, se deben a que es mujer.

El presidente andaluz ha negado que el caso de los ERE fraudulentos haya pesado en su decisión, aunque ha reconocido que en lo personal le ha afectado, especialmente "todas las mentiras que se están diciendo", pese a que "no hay razones jurídicas ni jurisdiccionales para imputar al presidente de la Junta". Así tras insistir en que el caso de las irregularidades en los ERE no ha marcado el calendario del PSOE-A ni la agenda del Gobierno andaluz, el líder del Ejecutivo andaluz ha negado también que su marcha tenga que ver con la declaración judicial que este jueves prestará el ex interventor general de la Junta Manuel Gómez.  En este sentido, ha querido dejar claro que la Intervención General de la Junta no elevó ningún informe al consejero de Economía y Hacienda, cargo que él ostentaba en esos momentos, y que todas las modificaciones presupuestarias se hicieron con el informe favorable de la Intervención. "Se están diciendo muchos cosas sobre este asunto que no se corresponden con la realidad", ha sentenciado.

Ha indicado que su salida de la Presidencia sí contribuirá a que el PP pueda confrontar con el Gobierno andaluz desde una perspectiva distinta a la que ha tenido en los últimos tiempos en relación a este caso. "Con el nuevo gobierno, el PP tendrá que ver que los ERE tienen un cauce judicial y que la política consiste en decir a los andaluces que quieren para Andalucía", ha añadido. 

El presidente andaluz ha destacado, no obstante, que continuará de presidente del PSOE nacional y como secretario general de los socialistas andaluces. Preguntado por si seguirá como diputado en el Parlamento una vez que deje la Presidencia de la Junta, el líder del Ejecutivo andaluz ha contestado que ésa es una cuestión que tiene que abordar con el partido porque aún "no hay nada decidido".