El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, reiteró ayer que está abierto a estudiar la posibilidad de modificar la Proposición de Ley sobre la ordenación de suelos agrícolas en el entorno de Doñana, aunque “no en lo sustancial de la misma”, es decir manteniendo las hectáreas inicialmente previstas como susceptibles de entrar en dicho plan (en torno a las 750) y la consideración de las mismas como suelos agrícolas susceptibles de ser regados con aguas de superficie.

Desde que la Proposición fuera registrada en la Cámara andaluza el pasado 3 de marzo, la Junta de Andalucía había señalado al trámite parlamentario como el momento en el que se estudiarían las posibles modificaciones y cambios sobre la inicialmente presentada, aunque siempre manteniendo lo sustancial de la misma. De hecho, en la carta enviada al Ministerio de Transición Ecológica se dice de manera textual que la Proposición “se somete a un proceso de ponencia en el que los distintos grupos con representación en la Cámara autonómica podrán presentar enmiendas, previa audiencia a los agentes sociales a los que afecta la propuesta”.

La reacción de las autoridades europeas, hizo que ayer el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, reconociera desde Alcorcón que la intención detrás de la reunión que en los próximos días mantendrá el consejero de Sostenibilidad, Ramón Fernández Pacheco y el comisario de Medio Ambiente (para la que todavía no hay una fecha cerrada) es precisamente que “nos traslade de los 25 folios de este proyecto de ley, que está ahora mismo en el parlamento de Andalucía, exactamente aquello con lo que no está de acuerdo, para estudiarlo y modificarlo”.

El presidente andaluz insistió en que se trata de “un proyecto de ley” y que, “por tanto, es susceptible de modificaciones y cambios; somos un gobierno de diálogo” que hemos sido capaces de pactar en numerosas ocasiones con sindicatos, con entidades sociales, colectivos, ayuntamientos”.

Moreno insistió en que “evidentemente buscamos siempre un punto de acuerdo”, para a continuación señalar que “es una pena que el Gobierno de la nación no haya querido nunca, como ha manifestado la propia ministra, sentarse en torno a una mesa para hablar de un problema, que existe y es una realidad”.El presidente andaluz quiso recordar el origen de la Proposición, esto es, hacer “una reordenación de un territorio que está en situación de ilegalidad y que por tanto tiene atrapados en un limbo a una serie de familias y trabajadores”, pero que están abiertos a cualquier alternativa, venga del Gobierno o de la Comisión Europea.

Moreno se preguntó “¿por qué sale el Gobierno a cinco semanas de una cita electoral con esta batalla? ¿Por qué el señor Pedro Sánchez viene dos horas hasta Doñana, por supuesto en Falcon y en una caravana de todo terrenos para hacerse una foto electoral en Doñana?"

Además, dirigiéndose tanto al presidente del Gobierno como a la ministra de Transición Ecológica, emplazó a ambos a que, “si quieren ayudar a solucionar el asunto, pongan los recursos: esto es muy sencillo. ¿Queremos que haya más agua en Doñana? Se puede llevar más agua a Doñana a través de trasvases de superficie. ¿Por qué no hacen esas obras que son competencias del Estado?”

A la espera, por tanto, de la reunión en Bruselas del consejero de Sostenibilidad, habrá que esperar para ver hasta dónde llegan las “modificaciones” o “cambios” sugeridos por Moreno, aunque no es previsble una reformulación de la Proposición.

“Sin legitimidad”

Momentos antes de estas manifestaciones del presidente de la Junta, su homólogo en el Gobierno central, Pedro Sánchez, le había reclamado que “escuche a la ciencia”, que rectifique y que salga de su “enroque de arrogancia y soberbia”. “Que rectifiquen y echen atrás este atropello a un paraíso de Huelva, de Andalucía, de España y de Europa”, demandó el presidente del Gobierno.

En cualquier caso, Sánchez señaló que el Gobierno de la Junta de Andalucía “no tiene legitimidad”, aunque tengan mayoría absoluta en el Parlamento, “para cargarse un tesoro como Doñana”.

Por ello, se dirigió a la “derecha española” para remarcar que la Unión Europea les dice que incumplen la legislación comunitaria, mientras que el Gobierno central es el “más avanzado” en la ejecución de fondos europeos. “Es el retrato de la derecha española, aislada en Europa, enrocada en la arrogancia, y solo con en el negacionismo climático y con el antieuropeísmo como aliados de la ultraderecha de Vox”.