Antes que forzar una renovación de la dirección andaluza del PSOE, Ferraz quería relanzar a Juan Espadas. Tomarse un tiempo. Y eso es lo que ha hecho al encargarle al líder andaluz la portavocía del PSOE en el Senado. Según fuentes socialistas, este cambio es una apuesta personal de Pedro Sánchez por reforzar al secretario general de los socialistas andaluces, de tal modo que su intención es que repita como candidato en las próximas elecciones autonómicas. Al menos, de momento, porque las exigencia de esa portavocía comprometen el tiempo que Espadas podrá dedicarle a Andalucía. Ningún secretario general de una federación tan importante como al andaluza ha sido, a la vez, portavoz en una cámara legislativa nacional.

La dirección socialista ha hecho público este acuerdo este lunes por la mañana, que se acompaña de la renovación de Patxi López como portavoz en el Congreso. Eva Granados ha sido, hasta ahora, la portavoz en la Cámara Alta.

El PSOE cree que el Senado ofrecerá a Espadas una proyección pública que no había conseguido como líder del partido en Andalucía. No obstante, el encargo en Madrid supondrá una merma de su dedicación como jefe de la oposición en la comunidad, de ahí que muchos cargos intermedios entiendan que la compatibilización no será posible.

Espadas, por ejemplo, es también el portavoz del grupo socialista en la Cámara andaluza, el hombre que interpela al presidente, Juanma Moreno, en las sesiones de control al Gobierno de los jueves. Difícilmente, podrá ejercer ese doble papel porque la agenda del Senado la va a marcar al PP, y los populares son conscientes de que las ausencias de Espadas en la Cámara autonómica será un regalo para Juanma Moreno. Espadas, además, dedica toda la semana a visitar agrupaciones locales y municipios de una comunidad que tiene una extensión algo menor que Portugal y cuenta con ocho millones de personas. 

Lo que sí parece claro es que Pedro Sánchez no ha buscado el relevo de Espadas, a quien podría haber nombrado ministro para materializar su salida. En los ambientes socialistas se daba por hecho que el líder andaluz podría presentarse a las elecciones europeas de 2024, lo que hubiera supuesto su salida del cargo. De momento, el PSOE tiene un año para comprobar si este movimiento obtiene los frutos deseados. Para varias fuentes consultadas por este medio, el nombramiento supone poner a Espadas en cuarentena. Si funciona, será candidato en las autonómicas y, si no, irá en las listas europeas con una transición digna en el puesto principal del Senado. 

El Senado tendrá una importancia especial en esta legislatura, ya que el PP tiene la mayoría absoluta de la Cámara y puede ejercer un veto durante dos meses de cualquier iniciativa legislativa. Esto compromete al nuevo portavoz a un trabajo de gran importancia para la supervivencia del Gobierno de Pedro Sánchez.