El PSOE seguiría manteniendo una holgada distancia con el PP en Andalucía de celebrarse elecciones autonómicas, según se desprende de este Barómetro Joly Andalucía de verano. La sucesión de Manuel Chaves tras 19 años y la herencia legada en José Antonio Griñán como futuro candidato socialista no hacen mella en el partido. 

En la línea de las últimas elecciones europeas celebradas el 7 de junio, donde el PSOE y Griñán en su primer examen le sacó ocho puntos al PP, la ventaja seguiría siendo holgada, de 6,5 puntos. El PSOE aguanta el tirón en Andalucía y cosecha el 45,6% de la intención de voto, frente al 39,1 del PP, con un supuesto de participación del 75%.

El paso de los populares de Javier Arenas para recortar distancias es cadencioso. En las últimas elecciones de marzo de 2008 les separaban 9,5 puntos y el PSOE revalidó la mayoría absoluta. El pasado 28 de febrero, el Barómetro Joly disminuía a 7,1 puntos la diferencia, y el avance popular sólo araña ahora en verano cuatro décimas, aún con cambio de líder, unas circunstancias económicas desfavorables para los gobiernos socialistas y una tasa de paro del 24,04%.

En la última campaña de las elecciones europeas,  la estrategia popular se apoyó en que éstas suponían una prueba de fuego para el nuevo presidente de la Junta, al que criticaban por no llegar al cargo a través del voto de los andaluces, sino por la elección del Parlamento andaluz. Griñán es para el PP la herencia de un Chaves al que no pierden de vista y acorralan, léase caso Matsa sobre una subvención a la empresa donde trabaja su hija del ex presidente, pero la táctica les ha dado nimios resultados según los resultados de las europeas y las encuestas.

Izquierda Unida se mantiene en un porcentaje de voto que ronda el 7,5%, mismo resultado que en el sondeo de otoño y cuatro décimas más de las que obtuvo en las elecciones autonómicas de 2008. Los escasos puntos que pierden los socialistas en el desgaste nos los encuentra ni el PP ni IU. ¿Quién entonces? El Partido Andalucista se mantiene en su proceso de deterioro, -con un 2,7%, una décima menos que en las elecciones andaluzas donde perdió la representación en el Parlamento andaluz- y observa como desde la sombra aparece la amenaza de perder su ubicación como cuarta fuerza política, lo que les sucediera en todas las provincias andaluzas en las últimas europeas. UPyD, el partido de Rosa Díez, dobla el porcentaje de intención de voto conseguido en otoño y se sitúa a tres décimas de los andalucistas, con un 2,4% que confirma su ascenso.