La Delegación de Salud a través de su titular en Málaga, Daniel Pérez, y la dirección del Hospital Materno Infantil de Málaga, representada por Manuel Paz, autorizaron ayer el traslado de Ashya King, el niño británico que sufre un tumor cerebral y fue sacado de un hospital del Reino Unido sin consentimiento médico, a una clínica de Praga (República Checa) donde recibirá un tratamiento oncológico de protones. Tras una reunión en la que se analizó la documentación referente al transporte y comprobar que se cumplían las garantías se dio el visto bueno para llevar al menor a Chequia "en las próximas horas" a bordo de un avión privado medicalizado sufragado por la familia, como avanzó el sábado el abogado de la misma, Juan Isidro Fernández. Asimismo, como indicó el delegado de Salud, Ashya King permaneció en el hospital ocho días estable e incluso mejorando su estado y por ello, según los expertos sanitarios, puede ser trasladado a la capital checa.

No obstante, el Materno esperaba que el menor abandonara el hospital entre las 5:00 y las 6:00 de la madrugada en la ambulancia medicalizada habilitada para el desplazamiento hasta el aeropuerto malagueño, ya que hasta su traslado el niño permanecía en la Unidad de Oncología Pediátrica, donde recibió desde su ingreso todos los cuidados médicos y de enfermería necesarios para su estado de salud.

Una vez que Ashya King ingrese en la clínica checa, donde lo estaban esperando desde el viernes cuando el Alto Tribunal de Justicia de Inglaterra autorizó su desplazamiento, y se certifique legalmente su llegada a la clínica de Praga "en condiciones óptimas", se levantará la tutela judicial que volverá a ser de sus padres, Brett y Naghemeh King, a quienes las cortes inglesas se la retiraron cuando el 28 de agosto sacaron a su hijo del Hospital General de Southampton sin consentimiento médico al no estar de acuerdo con el tratamiento que los sanitarios británicos le estaban aplicando a su hijo.

Los padres del menor, que fueron detenidos en España por llevarse a su hijo y más tarde puestos en libertad, acompañaron al menor durante los días que ha estado ingresado en el Materno y ahora viajarán con él a Praga donde será ingresado en el Hospital de Molto para recibir el tratamiento de protonterapia con un coste de 65.000 euros que la familia sufragará gracias al dinero de diversas donaciones tanto de particulares como de compañías británicas y españolas.