Desde el inicio de la pandemia, los gobiernos han buscado agilizar los diagnósticos del COVID-19 para, en la medida de lo posible, intentar frenar el avance del virus. Desde China hasta el continente americano se han puesto todos los medios posibles para ayudar a la investigación a crear una prueba que obtenga resultados en el menor tiempo posible, son los test de detección rápida que ya se están utilizando en nuestro país.

El número de pruebas para detectar el coronavirus es determinante en el control de la epidemia y en Andalucía son conscientes de ello. El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, cifró en 2.000 pruebas diarias las que se vienen realizando en Andalucía. 

Andalucía espera la llegada de 60.000 test rápidos para detectar el coronavirus adquiridos por la Junta en los mercados internacionales, junto con 108.000 reactivos, necesarios para poder realizar las PCR en los hospitales andaluces.

Cómo funciona el test rápido

Frente a la PCR, el test de detección rápida que consisten en la detección de anticuerpos frente al virus. Algunos de estos test también son capaces de detectar determinadas proteínas del virus. El formato es muy rápido, y a diferencia de la PCR, para la que se necesitan muestras respiratorias, estos test se pueden realizar en muestras de sangre.

La diferencia con la PCR es la rapidez, ya que los test rápidos son capaces de detectar si un paciente está infectado por coronavirus en unos 10 o 15 minutos, lo que supone una gran ventaja frente a la PCR.

En este vídeo, La investigadora del Área de Virología del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Inmaculada Casas, que forma parte del Comité Científico Técnico del Coronavirus, explica las diferencias entre ambas técnicas.

Desde el Centro Nacional de Microbiología explican que, además de la rapidez, estos test “presentan otra ventaja muy importante en el momento actual ya que pueden realizarse en el domicilio de un caso sospechoso, siempre supervisado por un profesional sanitario.

Se basan en una inmunocromatografía en papel, es decir, una plataforma que tiene 'pegados' las proteínas del virus para detectar anticuerpos o anticuerpos específicos para detectar las proteínas del virus. Su funcionamiento es similar al de los test de embarazo”.

Además, otra de las ventajas de los test rápidos de diagnóstico es que se pueden realizar a una población más amplia, entre los que el Gobierno cita a colectivos vulnerables y aquellas personas que permanezcan en régimen domiciliario que presenten sintomatología, lo que supone un gran avance en el diagnostico precoz de la enfermedad.