Olona se abanica. Espacia los mítines hasta coincidir con Santiago Abascal. Concierta entrevistas que le impidan sobresaltos y como respuesta a la ola de calor que conquista el interior de Andalucía, resurge en Twitter con un abanico de exposición. Más barato que el aire acondicionado. Distinta es su efectividad para combatir manualmente los cuarenta grados que marcan algunos termómetros. 

Otra muestra de cómo entiende la candidata de Vox la idiosincrasia andaluza en esta inmersión cultural que protagoniza durante la campaña. La siguiente imagen igual es la de un botijo. Por ahora, ese pericón tradicional.

La aspirante a la presidencia de la Junta reapareció como mitinera en Jaén con el líder de Vox. Antes firmó un pacto por la caza. Y el domingo hará lo propio en Marbella. Hasta allí acudirá la líder de la organización italiana Hermanos de Italia. Giorgia Meloni ha emergido como figura política en una formación con rescoldos del postfascismo que ahora sin embargo aglutina a una derecha más amplia. Un espejo en el que la formación ultraderechista española quiere mirarse.

Pero más allá de los actos del fin de semana, siempre en compañía de Abascal, la caravana de Olona por Andalucía resulta cuanto menos atípica. En jornada de diario con horario de oficina. Al menos de cara al público. Un mercadillo en Dos Hermanas, un negocio tradicional en La Carolina y la tarde libre. El equipo de comunicación no puede brindar mucho contenido novedoso a los periodistas que reciben sus mensajes, porque no hay. 

Las razones que justifican esta baja intensidad tampoco se explican. Vox Madrid remite a Vox Andalucía y el silencio de esta última suele ser sonoro con algunos medios. Pero esta formación es muy activa en redes sociales y algunos militantes rápidamente le buscan explicaciones, imposibles de contrastar. Por ejemplo que Olona rehúye compartir estrado en los mítines con algunos candidatos provinciales con los que luego tendrá que formar grupo parlamentario y, quién sabe, si compartir Gobierno.

Aunque hace meses que la posibilidad estaba encima de la mesa, la decisión oficial de que la todavía diputada se presentase a las elecciones autonómicas se oficializó a última hora. Tampoco pudo elegir a los compañeros de viaje, algunos de los cuales ha conocido entre mitin y mercadillo. La política, que se transfigura delante de los micrófonos y sus oponentes, ha dejado sin embargo algunas imágenes de cierta inseguridad cuando se aproxima a esos actos tradicionales ante militantes y simpatizantes que ofrece a cuentagotas.

Las encuestas de los próximos días también servirán para que el partido comprueba si el efecto Olona está de acuerdo con las expectativas iniciales o hay que buscarle otro significado al abanico.