El PSOE gana y podría gobernar con Podemos
Almonte
Rocío Espinosa se queda a las puertas de lograr la mayoría absoluta, aunque con margen suficiente para pactar la Alcaldía
El PSOE vuelve a ganar en Almonte como lleva haciendo desde las primeras elecciones democráticas. La formación de centro izquierda, liderada en esta ocasión por Rocío Espinosa, vuelve a quedarse a las puertas de la mayoría absoluta, la cual podría amarrar con IU o bien con Podemos, que se convierte en la gran sorpresa de la noche. Las municipales se presentaban como una de las cita más difíciles para el partido del puño y la rosa, dado que por primera vez cedían el poder municipal que obtuvo el PP gracias al apoyo de IU.
El alto índice de abstención, del 37,68%, ha sido clave puesto que los dos grandes partidos se dejan conjuntamente más de 2.000 votos. Que la participación se resienta casi en diez puntos, cuando en liza concurren la mayor amalgama de formaciones políticas de la historia, dice mucho del efecto que la Romería de El Rocío tiene a la hora de fijar las prioridades de los almonteños.
Con estos antecedentes el PSOE logra 3.894 votos frente a los 4.486 del 2011; mientras que el PP hace lo propio capitalizando 3.215 papeletas frente a los 4.411 de citas anteriores (8 concejales). IU también se suma a esta sangría dejándose más de la mitad del respaldo, 525 votos frente a los 1.255 cosechados solo cuatro años antes.
El gran vencedor de esta cita es la Agrupación de Electores Mesa de Convergencia, nombre bajo el que se inscribió la marca blanca de Podemos, que logra en su debut más de 1.016 votos y dos concejales que brindan la posibilidad de erigirse en llave de gobierno. Ciudadanos, que apostó por el edil que fuese expulsado del PP, Alberto Mondaca, fracasa estrepitosamente y no logra representación alguna, si bien el candidato naranja ha sido capaz de restar los votos suficientes para que los populares pierdan el noveno concejal logrado en 2011. El partido independiente SIPA tampoco logra el 5 de los votos y quedan sin representación alguna en el consistorio almonteño para los próximos cuatro años.
En el PP se cumple los peores pronósticos y le pasa factura la marca popular, en horas bajas por los casos de corrupción a nivel nacional. Su líder José Antonio Domínguez se jugó su campaña a un eslogan "no importa tu color, lo que importa es Almonte", sabedor de que sus posibilidades pasaban por mejorar los pobres resultados que el centro derecha obtiene en el municipio en las autonómicas y municipales. Sin embargo, la crisis con Alberto Mondaca y las dificultades para gobernar en minoría se ha erigido en una losa demasiado pesada de cara a revalidar su alcaldía en Almonte.
La socialista Rocío Espinosa logra así unos excelentes resultados al taponar la hemorragia de votos que sufría el partido y los escándalos de corrupción que afectaron a sus antecesores en el cargo, que motivó las deserciones de destacados ediles, entre ellos Manolo Cepeda. Ni tan siquiera el candidato de SIPA, Manuel Vázquez, que entre 2007 y 2011 había ejercido de concejal de Economía y Hacienda durante la etapa de Bella, ha podido arañarles representación y mermarles representación en la corporación municipal almonteña.
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