Es mediodía. Comienza a apretar el sol. Dos miembros de Ciudadanos, con camisetas naranjas, abren el 'display' donde puede verse bien grande una imagen de su líder, Albert Rivera y a su lado, un cartel mucho más pequeño con su candidato local, Carlos Pérez. Se reparten un buen número de octavillas y comienzan a repartirlos. Nada más empezar, una señora le dice a uno de los representantes de la formación que le entrega una octavilla: "No quiero promesas, quiero que cumplas".

Esto ocurre a la entrada del mercadillo de la zona sur, un lugar de presencia obligada para las formaciones en periodos de campaña. El de ayer no es un día de excesivo público -no en vano acaba de terminar la Feria y los bolsillos ya no están para muchos dispendios- pero esta aglomeración de jerezanos y, por ende, de potenciales votantes no hay que desaprovecharla. Antes de que se desembarquen los de Ciudadanos, lo han hecho varios integrantes de Izquierda Unida para repartir octavillas con su número uno, Raúl Ruiz-Berdejo.

En esto del reparto electoral de propaganda también hay clases. Los poderosos, los que tienen más presupuesto, buscan el gancho de los pequeños regalos como abanicos, fichas para los carritos de supermercado y demás. Los menos pudientes ya bastante tienen con haber podido imprimir unas centenares de octavillas en una imprenta que le ha hecho precio.

A esta explanada arriba también la furgoneta de campaña del PSOE con su candidata, Mamen Sánchez, a la cabeza. Es la única alcaldable que opta pasarse por el mercadillo -al menos que este medio tenga constancia-. Pronto, mientras reparte besos y abanicos, uno de los comerciantes que está en la zona empieza a gritar: "Esta es la futura alcaldesa; ya me ha dado un trabajo". Un compañero le responde: "Pues ya puedes devolverme el dinero que me debes". Sánchez se acerca a saludarle y el comerciante pasa del piropo a la reclamación. "Lo que tienes que hacer es que no paguemos impuestos cuando llueve, porque no podemos trabajar", argumenta. A esto Sánchez le anuncia que su formación lleva una propuesta para modificar las tasas públicas. Acto seguido, una espontánea le comenta: "Tienes que salir pero lo que tú digas lo tienes que hacer". El electorado exige realidades, no solo promesas.

No muy lejos de este punto, integrantes de Ganemos ultiman los preparativos de una representación donde caricaturizan la gestión de los tres alcaldes del actual periodo democrático que ha tenido Jerez. Tres actores llevan caretas de Pedro Pacheco, Pilar Sánchez y María José García-Pelayo. Un lazarillo cuenta a modo de romancero la historia de sus mandatos mientras dos de ellos, Pacheco y Sánchez, permanecen en el interior de una cárcel. Luego los tres regidores conversan intercambiándose reproches. Esta representación la estrenaron durante la Feria del Caballo, no sin algún que otro contratiempo con la Policía Local, y deciden ahora hacerla en el mercadillo. Un hombre se acerca y pregunta: "Vosotros sois los de Podemos, ¿no? A mí me gusta Podemos".

Minutos después, un agente se aproxima, y para evitar problemas, deciden marcharse fuera de la explanada. Una de las actrices recuerda que durante la Feria del Caballo les han puesto muchos problemas pero insiste en la legalidad de su representación electo-reivindicativa.

Así transcurre la mañana en el mercadillo. Mientras los representantes de los partidos reparten octavillas y abanicos, el público sigue con su vida normal buscando la ganga de la jornada. En cambio, los ambulantes de toda la vida saben que tiene estas visitas cada vez que hay elecciones. A ellos, más que le anuncien el maná, lo que les preocupa es intentar vender para vivir. Y que no le cobren el día que llueva.