Los embalses de Andalucía dejan de perder agua casi seis meses después

Desde el pasado 10 de mayo cuando se alcanzó el máximo anual los pantanos de la comunidad han perdido un tercio de su capacidad

Las últimas precipitaciones palían un año hidrológico que ha comenzado con un descenso en las reservas de un 2,4%

La CHG considera que no hay posibilidad de construcción de más presas en toda la cuenca

Embalse de Alcalá del Río en la provincia de Sevilla a finales de semana.
Embalse de Alcalá del Río en la provincia de Sevilla a finales de semana. / Juan Carlos Vázquez
Óscar Lezameta

03 de noviembre 2025 - 06:01

Las precipitaciones registradas en las últimas horas en la comunidad autónoma, especialmente en Sevilla y Huelva, han supuesto un alivio para la situación que vivían los embalses andaluces que habían encadenado casi seis meses de constantes descensos en el volumen de agua embalsada. Según los datos del Sistema Automático de Información Hidrológica de la Cuenca del Guadalquivir consultados por este periódico los 16 hectómetros cúbicos ganados en las últimas jornadas en los pantanos del Guadalquivir, son los primeros que aportan recursos desde el pasado 10 de mayo, cuando se llegaron a contabilizar 4.936 hectómetros cúbicos. Desde entonces hasta ahora, todo habían sido descensos en sus recursos.

Los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) confirman que en la actualidad hay almacenados en sus 49 instalaciones casi 3.314 hectómetros cúbicos, es decir el 41,24% de los 8.036 hectómetros que pueden albergar. La aportación en los últimos días ha superado los 22 hectómetros cúbicos, una cantidad que se ve reducida por la cantidad de agua que fue necesario desembalsar por sus aliviaderos para mantener los niveles de seguridad de las presas. No es mucho, pero al menos los embalses han comenzado a ganar recursos y lo hacen en la época en la que debe sustentarse buena parte de su salud en los próximos meses.

En cualquier caso, los 3.314 hectómetros cúbicos que se registraron el pasado viernes, son un 16% más que la media alcanzada en el mismo día de los últimos diez años, aunque todavía se encuentra por debajo del nivel con el que se inició el año hidrológico. El 1 de octubre los embalses de la cuenca del Guadalquivir tenían almacenados 3.394 hectómetros cúbicos, es decir, un 2,4% más de lo que cuentan en la actualidad. Y es que el mes que acabamos de concluir apenas ha tenido en los últimos días, un alivio a una situación de sequía que casi llega a los seis meses. Además, la manera en la que cayeron las lluvias, grandes cantidades en poco espacio de tiempo, apenas tienen beneficios para el nivel de los embalses, ni se benefician de las aportaciones de las escorrentías, principales aportaciones de agua a los pantanos cuando la lluvia es menos intensa, pero más prolongada en el tiempo.

La pérdida desde el lejano 10 de mayo ha sido de un 32%. Por el momento, desde la CHG se insiste en que de momento no conviene encender las luces de alarma, toda vez que hay recursos suficientes para los próximos tres años. En cualquier caso, se espera que a partir de ahora, estos aumenten de manera considerable si se tiene en cuenta, especialmente, los aportes experimentados con los aportes que llegaron de la mano de las danas y borrascas que azotaron Andalucía a finales del pasado mes de enero y, de manera excepcional, las registradas a comienzos del mes de marzo. Desde el 8 hasta el 19 de ese mes, los pantanos del Guadalquivir pasaron de 3.325 hectómetros cúbicos a 4.533, es decir un 36% más de su capacidad total de almacenamiento.

También contribuye a huir del pesimismo el dato de que el actual nivel de los embalses es el mejor desde el año 2018, cuando se llegó a los 4.170 hectómetros cúbicos. Por ejemplo, en la actualidad hay almacenada más del doble de cantidad de agua que la que había en los años 2022 y 2023, cuando la sequía adquirió tintes más que preocupantes.

Donde no hay tan buenas noticias es en las cuencas dependientes de la administración autonómica. De nuevo lo torrencial de las precipitaciones se ha traducido en pobres cifras en los embalses que componen las mismas, hasta tal punto que tanto las Mediterráneas como las del sistema Guadalete-Barbate registran pérdidas de recursos de cinco y casi tres hectómetros cúbicos de agua respectivamente. Tan sólo las de la demarcación Tinto-Odiel-Piedras-Chanza en la provincia de Huelva (la provincia junto con Sevilla más afectada por las lluvias de la semana pasada), apenas incrementó el agua embalsada en medio hectómetro cúbico.

Por encontrar algún dato positivo, todas las provincias tienen una cantidad de agua superior a las que se registraban el año pasado y además de una manera más que apreciable. Los embalses de Cádiz llegan a los 785 hectómetros cúbicos cuando el año pasado llegaban a los 461, es decir un 70% menos. En Málaga hay 278 hectómetros cúbicos, cuando hace justo un año apenas se alcanzaban los 129, menos de la mitad. Granada suma 7 hectómetros cúbicos al nivel que tenían los embalses de Rules y Béznar hace un año. Tan solo Almería presenta unas cifras apreciablemente menores a las que se registraban en la provincia en octubre de 2024, cuando Benínar y Cuevas del Almanzora sumaban casi 26 hectómetros; ahora apenas llegan a los 16.

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