La falta de crédito frena la creación de empleo
La opinión de los empresarios
La reforma laboral les parece necesaria, en particular por la flexibilización de las relaciones laborales. En eso coinciden. También en que la falta que crédito es una razón central para que no se cree empleo. Y apuntan muchos otros motivos.
Para Ángeles Orantes-Zurita, consejera delegada de Cárnicas Zurita, la reforma laboral no va a generar empleo a corto, pero sí a medio plazo. "Hay que quitar obstáculos a las empresas y el mercado de trabajo es uno. Necesitamos unas relaciones laborales más abiertas y flexibles. No es posible que haya miedo a contratar". Y subraya que para los empresarios es imprescindible tener buenos trabajadores, con continuidad, que no quieren desprenderse nunca de un buen empleado.
Para la creación de empleo sostiene que hay que inculcar la cultura del emprendimiento en los jóvenes. Y después que haya dinero. "Ahora no hay dinero y el que te dan es muy caro, no podemos coger préstamos al 8%. Antes era demasiado barato y fácil, y ésa es una de las razones por las que hemos llegado a esta situación". Y en tercer lugar, reclama un cambio de mentalidad: cuando alguien tiene éxito en los negocios, después de haberse arriesgado y quizá arruinado en varias ocasiones, "eso no puede ser un estigma, como lo es en España; en Estados Unidos es motivo de admiración".
José Moya, presidente de Persan, sostiene que la reforma laboral es insuficiente en dos campos: competitividad o absentismo laboral. Cree que el sindicalismo español se ha quedado antiguo: "En Alemania, cuando un sindicato compromete a una mejora en una fábrica, se hace responsable del éxito de su aplicación".
Para crear empleo propone tres cosas: fomentar el espíritu emprendedor, que fluya el crédito y que se promuevan sectores estratégicos. Aunque piensa que para Andalucía, como para todo el mundo, cada vez será más difícil abrirse un hueco en los mercados globales.
Antonio Luque, director de Hojiblanca, opina que la reforma laboral plantea cambios imprescindibles, que serán definitivos o no, mejorables o no, pero que acercan la legislación laboral a las de otros países europeos. "Necesitamos competitividad y exportar a todo el mundo; si no, salta el empleo. Y para eso tenemos que acercar nuestra legislación laboral a las de los países locomotora de Europa".
Para crear empleo, en primer lugar dice que hay que resolver el problema financiero. En Andalucía no podemos olvidar los sectores clásicos, que son una base sólida para nuestra economía: el sector agroalimentario tiene mucho recorrido para la exportación y por tanto para el empleo; la construcción es un sector que habrá que reformar, pero tiene un papel que jugar, y en turismo y servicios, tanto de costa como de interior, hay posibilidades de especialización y crecimiento.
Antonio Hernández Callejas, presidente de Ebro, puntualiza que la reforma laboral crea desigualdades y una España de dos velocidades. Una con empresas de plantillas antiguas consolidadas, con sueldos altos y condiciones buenas, a las que no les afecta la nueva legislación, salvo que entren en crisis. Y otras con un sistema de contratación y retribución diferente, con las que las anteriores van a tener dificultades para competir.
Celebra que se haya ganado en flexibilidad y movilidad en horarios, turnos o categorías laborales. Y también la mejora en el control del absentismo, aunque con las dificultades económicas ya había bajado mucho.
Sobre el empleo, afirma que se tiene miedo a invertir, y que el acceso al crédito está más difícil y menos estable. "La gente que tiene dinero tiene miedo a invertir, por la dificultad de recuperar su aportación si algo sale mal. Ahora muchos piensan que como mejor se está es sin deudas o no comprometido. Pasa a nivel particular; el que tiene que hacer alguna reforma en su casa o tiene que cambiar de coche porque tiene 10 años, lo aplaza aunque tenga el dinero, por si pasa algo y lo necesita". Señala esa restricción del gasto colectiva como una de las causas de la recesión. Y hace una apuesta por el optimismo: "No podemos levantarnos todos los días pensando lo mal que está todo. Necesitamos una inyección de optimismo". Cita la teoría de Juan Roig sobre que hay que trabajar más y mejor. "Es el momento del trabajo bien hecho, de la ambición y la perfección. De todo se sale, con trabajo, sacrificio y sin parches. Cada uno en su función no debe conformarse con lo que tiene".
Tomás Aránguez
, presidente de Bodegas Campos y ex presidente de Covap, comenta sobre la reforma laboral que hay que terminar con la resistencia al cambio de la sociedad española. "Hay que darle tiempo a cualquier cambio; y la reforma hay que ver cómo se aplica y cómo se desarrolla. Y corregir lo que no funcione bien, limar unas cosas y profundizar en otras".
Sobre el empleo propone tres cosas. En primer lugar luchar contra la economía sumergida, que es el origen de muchos de los males de la economía española. Dos: asumir que en el futuro vamos a vivir peor de lo que hemos vivido, tendremos que trabajar en lo que se pueda y cobrar los sueldos posibles. Y tercero, de este país va a salir bastante gente a trabajar fuera. En los 50 y 60 se fue gente con poca preparación y ahora será al revés, la mayor proporción de los emigrantes será de la gente mejor preparada, lo que va a empobrecer notablemente a España.
Rodrigo Charlo, presidente de Bogaris, piensa que la reforma laboral dará sus frutos a medio plazo. Sostiene que la crisis está afectando más al sector privado que al público. Mientras que en el público se mantiene el empleo con alguna reducción salarial, en el privado se ha recortado en un 30%, con toda la gente que ha sido despedida.
"El empleo tiene en contra la legislación y la burocracia administrativa. También el parón financiero: no hay crédito alguno, es imposible. Los bancos se dedican a refinanciar o a comprar a quien no les paga o a comprar bonos del Estado. Así no se puede crear empleo".
Eustasio Cobreros, presidente del Instituto Internacional San Telmo, cree acertada la reforma laboral. "Era necesario flexibilizar las relaciones laborales como en los países competidores de Occidente". Para la creación de empleo considera imprescindible que haya empresarios "y en Andalucía los hay buenos, pero muy pocos". Faltan emprendedores y eso no lo soluciona, en su opinión, una gran multinacional que cree 30.000 empleos directos y 10.000 indirectos. "Eso lo solucionan miles de nuevas pequeñas y medianas empresas. Y eso no lo resuelven los políticos ni con conciertos y ayudas. Cuando haya más empresarios, empezaremos a levantar Andalucía".
Ignacio Osborne, consejero delegado de Osborne, aplaude la flexibilidad de la reforma laboral con el caso de su empresa Sánchez Romero Carvajal, que acaba de hacer en Jabugo un acuerdo con sus 450 trabajadores, que estaban divididos en tres colectivos del mismo tamaño, entre fijos, fijos discontinuos y eventuales. "Hemos hecho un acuerdo asegurando el empleo durante tres años y rebajando los salarios un 15%, a los niveles de 2008". Insiste en que la flexibilidad es más importante que el importe de una indemnización por despido: "Si una empresa va bien no quiere deshacerse de su personal".
"Para la creación de empleo, desde el Instituto de la Empresa Familiar hemos propuesto que los beneficios empresariales que se reinviertan deben pagar menos impuestos". Pero piensa que el afán recaudatorio de las administraciones les lleva a no hacer distingos.
Francisco Martínez-Cosentino, presidente de Cosentino, dice que la reforma laboral adolece de estímulos para la creación de puestos de trabajo. El gran problema de España en materia laboral es de orden fiscal: "Tenemos muy gravado el puesto de trabajo y esto hace que nadie cree empleo. Hay que poner la fiscalidad en otra dirección y favorecer así la contratación".
Señala la exportación y la internacionalización como la clave para crear empleo: "En el caso de mi empresa, con más del 80% de la venta en mercados internacionales, cuanto más vendamos en el exterior, más puestos de trabajo podremos crear aquí en Almería, en Andalucía, por tener aquí nuestra sede productiva."
José Luis Sánchez Domínguez, presidente de Sando, también destaca la flexibilidad como lo más destacado de la reforma laboral: la rigidez de la legislación hacía que se retrajera la contratación en muchos casos. También permite combatir mejor el absentismo.
Para crear puestos de trabajo reclama fluidez en los créditos, en particular para pymes, simplificar y agilizar la burocracia administrativa, apoyo público al I+D+i, y hacerse cargo de que las empresas tienen que exportar e incluso radicarse en países extranjeros y que también la mano de obra cualificada y no cualificada tendrá que emigrar.
José Luis García Palacios, presidente de Caja Rural del Sur. Cree que la reforma era necesaria y oportuna, para que los empresarios españoles tuviesen las mismas armas que sus competidores de la UE. Y en el mismo sentido propugna una ley de huelga.
Sobre el empleo, sostiene que habría que exigir a todos los países emergentes que nos hacen la competencia con sus fábricas textiles y de calzado, o con productos agrícolas, que cumplan las mismas leyes de higiene y seguridad en el trabajo que en Europa, para acabar con el dumping social y la competencia desleal en seguridad alimentaria. En turismo ve mucho recorrido y propugna que se extreme la vigilancia para que no se abuse de los turistas, lo que da una imagen tercermundista.
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