La familia del ingeniero malagueño y la Policía temían que el secuestro durara meses
El comisario principal de la UDEV Tomás González, reconoce que no esperaban avances hasta enero en la situación de Jesús Quintana
Málaga/Ni la Policía ni la familia del ingeniero malagueño Jesús Quintana, que fue secuestrado en Colombia el sábado y liberado el lunes, se pueden creer el feliz y rápido desenlace del secuestro ya que se esperaba que pudiera durar meses. "Esperábamos una retención de varios meses y no nos lo creemos. Todo empezó como una pesadilla, pero ayer [por el martes] hablamos con mi padre y esperamos que venga unos días antes de Navidad a Málaga", señaló Jesús Quintana, uno de los hijos del profesional malagueño, que ahora descansa en su vivienda en Colombia.
El propio comisario principal de la unidad central de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violencia (UDEV), Tomás González de la Oliva, reconoció ayer que pensaba que no tendrían noticias de este ciudadano español hasta, por lo menos, enero. "Teníamos sospechas por la praxis de que esto iba a ser para largo. No contábamos con tener información en serio hasta enero y afortunadamente ha sido todo muy rápido", indicó González de la Oliva, quien no precisó si se ha pagado un rescate porque "la operación sigue abierta". De hecho, hay muchos detalles que aún no se pueden hacer públicos porque, según explicó este mando de la Policía Nacional, la colombiana está investigando para realizar posibles detenciones.
La familia, lógicamente, está plenamente satisfecha del trabajo realizado tras unos días infernales. Jesús Quintana hijo, acompañado de su hermano Pablo, agradeció el apoyo de todas las instituciones españolas y colombianas así como las muestras de cariño recibidas desde distintos puntos del planeta. "Hemos vivido un remolino de emociones porque, además, teníamos la preocupación por cómo se lo contábamos a los abuelos, por lo que la angustia nos ha quitado el sueño", detalló Quintana.
Tras hablar con su padre, éste le refirió que "había tenido miedo, pero que le habían tratado con unas condiciones dignas". El propio secuestrado ya afirmó el martes a la cadena Cope que se sentía "cansado pero muy feliz" tras haber vivido tres días con una "tensión constante".
González de la Oliva no detalló la identidad del grupo que secuestró al malagueño, aunque sí apuntó que su captura fue fruto del "azar". "Este grupo hace controles aleatorios en zonas con poca presencia policial o militar e intentan retener a gente por la que puedan sacar un rendimiento", expuso el policía, que hizo hincapié en la estrecha colaboración con la Policía colombiana a la vez que achacó el feliz desenlace a la repercusión mediática del caso y a la presión realizada por los propios indígenas colombianos. "La labor de Jesús Quintana está siendo muy importante porque están intentando introducir cultivos nuevos y es muy querido por la población indígena, por lo que todo suma", dijo González de la Oliva.
Quintana también cree que la ayuda de los poblados locales fue importante para su liberación. "Cuando comprobaron que no hacemos una labor en contra y que no era un objetivo, además de tener la presión grupos agrarios y sociales de la zona hizo que me soltaran", consideró Quintana, quien añadió que "somos neutrales, la labor que hacemos revierte en los campesinos, tratamos de mejorar los cultivos, y creo que eso les convenció".
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