La futura ley universitaria andaluza contempla la "desconexión digital"
El alumnado y los doctores deberán justificar el nivel B2 en un idioma extranjero
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Los estudiantes y los profesores de las universidades públicas andaluzas no estarán obligados a responder a correos electrónicos o participar de tareas de formación en horarios que no sean los lectivos. La “desconexión digital” es una de las novedades que incluye el anteproyecto de Ley Universitaria para Andalucía (LUPA) al que ayer dio curso el Consejo de Gobierno. La norma pasará ahora al Parlamento como proyecto de ley e iniciar la tramitación antes de ver la luz. La mayoría absoluta que apoya al Gobierno andaluz en la Cámara no anticipa otra opción que un próximo sí definitivo.
La próxima LUPA contempla la “desconexión digital” como el derecho del alumnado a desconectarse de los entornos digitales universitarios fuera del horario académico o en situaciones justificadas. A los estudiantes, de este modo, no se les podrá obligar a tareas, comunicaciones o actividades virtuales en horarios que no sea los puramente académicos si no existe una debida justificación de por medio. Tampoco verán penalizada la ausencia de respuesta inmediata a correos, plataformas o foros fuera del horario previsto.
El derecho a la “desconexión digital” también se reconoce para el personal docente e investigador, aunque de un modo indirecto, dentro de una serie de disposiciones relacionadas con el bienestar, la conciliación y la racionalización del trabajo digital. En concreto, el apartado del anteproyecto de la ley sobre transparencia e integridad establece los principios de buena administración, que prevé una racionalización de la carga digital y la protección frente a excesos tecnológicos. Además, el artículo 42 prevé medidas para la mejora de la calidad de la vida profesional y el artículo 38.3 permite la adscripción temporal del profesorado a otras administraciones, lo que puede facilitar la conciliación y desconexión de entornos universitarios.
La LUPA también insta al alumnado y a docentes a mejorar el conocimiento de un idioma extranjero. Si hasta la fecha, los estudiantes debían haber obtenido el título B1 para finalizar el grado, el conocimiento de la lengua extranjera sube ahora un grado, al B2. A partir de 2029, no se podrá obtener un grado, máster o doctorado sin acreditar antes al menos un nivel B2 en una lengua extranjera. Este nivel de idiomas también será obligatorio para acceder a las figuras de ayudante doctor y contratado doctor a partir de 2029.
En relación con el estudiantado, la LUPA reconoce por primera vez mediante una norma de rango legislativo el derecho de los alumnos a acceder a un sistema de bonificación de los precios de las matrículas universitarias, lo que permitirá “blindar la igualdad de oportunidades” en el acceso a la educación superior. También incluye como novedades la suspensión temporal de estudios, la necesidad de conciliar las actividades académicas con las deportivas de máximo nivel, informó Europa Press.
El texto de la futura ley tiene previstas otras novedades en diversas cuestiones que competen a la educación universitaria. Entre otras, se establece la posibilidad de que los centros adscritos, impartan títulos propios. De ese modo, estos centros adscritos, que pueden ser de titularidad pública o privada, podrán disponer de títulos exclusivos siempre que el convenio de adscripción así lo contemple.
La próxima ley andaluza regulará asimismo por primera vez las llamadas “microcredenciales”, que son “unidades formativas de corta duración, con un número inferior a quince créditos, que podrán ser acumulables para la obtención de otros estudios o para el reconocimiento de estas unidades dentro de estudios oficiales de grado o máster, del mismo modo que puede serlo la experiencia profesional”, explica el articulado del texto al que el Consejo de Gobierno ha dado hoy luz verde.
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