La inteligencia artificial, una tecnología a la que hay que subirse, "como cuando apareció el coche y adelantó a los caballos"
Expertos avisan de los riesgos, pero también de las oportunidades de esta tecnología
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Hace solo un lustro, "nadie hablaba de inteligencia artificial, hoy nadie es ajena a ella". Esta reflexión habla de cuán rápido avanza esta, que tiene visos de ser la cuarta revolución industrial, y a la que, por lo tanto, las empresas deben subirse "como cuando apareció el coche y adelantó a los caballos". Esta reflexión queda de la mesa redonda "Retos y oportunidades de la IA para el tejido empresarial" celebrada este viernes en el marco del Foro Empresas Banco Santander organizado por Grupo Joly en el Gran Hotel Miramar de Málaga.
Para analizar el presente, que no futuro, de esta herramienta, se han sentado moderados por Germán del Real (director general de Ayesa) Álvaro Fernández Velando (head of Models and Data Santander España), Raúl Jiménez (director gerente de la Agencia Digital de Andalucía), y José Luis Martínez (vicerrecor y director general de la Universidad Europea en Andalucía. Ellos han explicado las implicaciones y cambios que tiene y tendrá en la academia, la administración y las empresas.
"Llevamos décadas viendo a máquinas imitar el pensamiento humano", ha iniciado Del Real, que ha indicado que en 1956, la primera sociedad que trató de hacerlo ya tenía una declaración fundacional completamente vigente, "¿por qué hemos tardado tanto en hacerlo?, Porque nos faltaban tres ingrecientes: la conectividad, datos en cuantía y calidad y capacidad de computación".
Ahora, con todos lo necesario para que las máquinas imiten el pensamiento humano (y lo hagan más rápdio) "la realidad nos interpela a todos, a la universidad que debe formar a los jóvenes, pero también a las empresas y a la administración".
Martínez ha indicado que la universidad primero recibió la IA "como una amenaza, era el medio para plagiar trabajos". Pero consiguieron "hacerla una oportunidad e incluirla en los procesos de trabajo y estudios". El dirigente de la Universidad Europea ha usado un ejemplo que le toca cerca: "En Psicología antes dependíamos de actores [que interpretan a posibles pacientes con, por ejemplo, trastorno límite de personalidad], ahora los alumnos pueden tratar con una IA" con las características que los profesores decidan precargadas y los alumnos pueden trabajar en el diagnóstico a partir de esa conversación. Aunque ha insistido en que la transformación debe ser "cultural, es importante la parte humana, no sólo la ingeniería".
El encargado de Models and Data en Santander ha indicado que cuando "hablamos de IA con las empresas hay que hablar de la generativa y la no generativa", indicando que la inteligencia artificial tradicional (lo que tiene que ver con la computación sin ser, por poner un ejemplo, Chat GPT) "tiene un grandísimo valor". En cuanto a la IA generativa, ha asegurado que ayuda a ofertar "un mejor servicio al cliente más personalizado" y que hace "unos años no hablábamos de esto, ahora casi sólo hablamos de ello".
Para Raúl Jiménez la clave de la Agencia Digital de Andalucía es "mejorar la experiencia del usuario", tanto para reducir plazos en la burocracia como para hacerle más sencilla la interacción con la administación. "Lo principal, hay que pensarlo, es cambio en el trabajador. De partida todos somos humanos y el cambio genera cierto rechazo", ha indicado, señalando la dificultad de automatizar tareas en "un mundo normativo".
Sin embargo, han conseguido, por ejemplo, generar una manera de conseguir que las facturas que reciben "en múltiples formatos", se tomen los datos necesarios para pagar las facturas sin necesidad de que un funcionario esté tomando esos datos. En el caso de la educaicón, por ejemplo, tienen un sistema con 355 parámetros que predicen un posible fracaso escolar, de manera que cada si un alumno repite esos parámetros el orientador escolar puede actuar.
Pero también ha indicado que trabajan en el Junta GPT, un asistente conversacional similar al Chat GPT (pero con una base de Google) que sirve para interactuar con la administración de manera más sencilla, "no sólo con la información públicada, como el BOJA, que es objetiva, sino con información que es privada y no queremos que un GPT privado las use [y pueda haber una fuga de datos] o aprenda de ella".
Fernández de Velardo ha indicado que, como en cualquier tecnología, cuando tienes un negocio tienes que implementar su uso de manera paulatina, "hay que sesionarlo". También ha afirmado que el "riesgo de la IA generativa no es menor, hay ganas de hacer cosas sin gobierno y sin control", por eso tratan de que los empresarios tengan información y puedan usarla distinguiendo "el humo de la realidad, que no les vendanque en dos meses van a facturar 4.000 millones, que puedan tener un criterio".
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