Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
La combinación de la tormenta tropical Erin y las mareas vivas de finales de agosto ha provocado un episodio excepcional de oleaje en el litoral gaditano durante este martes. Este fenómeno ha dejado un balance de más de 15 personas rescatadas y numerosos daños materiales en chiringuitos y pasarelas de las playas de la provincia de Cádiz. Las autoridades mantienen para este miércoles las banderas rojas en Conil de la Frontera, Zahora, Zahara de los Atunes y Los Caños de Meca, mientras que en Cádiz capital, Chipiona y El Puerto de Santa María ondea la bandera amarilla como medida preventiva.
Javier Benavente, decano de la Facultad de Ciencias del Mar en la Universidad de Cádiz, ha explicado que aunque este tipo de sucesos no son frecuentes, sí existen antecedentes similares como el ocurrido en 2012, cuando el huracán Gordon generó condiciones parecidas que resultaron en más de 300 rescates en las playas gaditanas. Según el experto, la actual tormenta Erin, situada en medio del Atlántico, está generando vientos superiores a los 100 kilómetros por hora que producen un fuerte oleaje que llega hasta el litoral español en forma de "mar de fondo", coincidiendo además con las mareas vivas de agosto que provocan pleamares especialmente elevadas.
"Ese oleaje tan grande, con esas mareas grandes lo que hace es que el oleaje llega hasta el final de la playa", ha detallado Benavente, quien ha recordado que las playas de Cádiz son zonas naturalmente inundables por el mar. Esta situación se ha visto agravada por la alta ocupación de las playas en estas fechas veraniegas y por la ubicación de instalaciones como chiringuitos en zonas susceptibles de inundación, lo que ha incrementado los daños materiales registrados.
Uno de los principales riesgos asociados a este fenómeno ha sido la formación de potentes corrientes de resaca, que normalmente no son habituales en las playas de Cádiz pero que, bajo estas condiciones excepcionales, han generado situaciones de alto riesgo para los bañistas. Estas corrientes son especialmente peligrosas porque pueden arrastrar incluso a nadadores experimentados mar adentro, dificultando enormemente su regreso a la orilla por sus propios medios.
En Conil de la Frontera, uno de los municipios más afectados, se registraron hasta 12 rescates durante la jornada del martes, y lamentablemente se produjo el fallecimiento de un bañista, aunque las autoridades aún no han determinado si su muerte está directamente relacionada con estos episodios de fuerte oleaje y corrientes.
Ante la gravedad de lo ocurrido, Javier Benavente ha anunciado que la Universidad de Cádiz pondrá en marcha en septiembre de 2025 un innovador proyecto destinado a predecir la formación de corrientes de resaca en las playas gaditanas. Esta iniciativa se desarrollará específicamente en las playas del Palmar, Torre del Puerco y Santa María del Mar, consideradas zonas de especial riesgo.
"Nuestro objetivo es ser capaces de predecir con 72 horas de antelación eventos que pueden resultar peligrosos para los bañistas y poder avisar a tiempo a los servicios de protección civil y socorrismo", ha explicado el decano. Este sistema de alerta temprana podría suponer un avance significativo en la prevención de accidentes en las playas gaditanas, especialmente durante episodios meteorológicos adversos como el actual.
Las mareas vivas son fenómenos naturales que se producen cuando el Sol, la Luna y la Tierra se alinean, provocando un efecto gravitatorio que amplifica el rango de las mareas. Durante estos periodos, que suelen ocurrir durante luna llena o luna nueva, la pleamar alcanza niveles mucho más altos de lo habitual, mientras que la bajamar desciende considerablemente más.
En el caso del litoral gaditano, caracterizado por playas de pendiente suave y amplias zonas intermareales, estas mareas vivas pueden provocar que el agua avance mucho más hacia el interior de la playa. Cuando este fenómeno coincide con temporales o con el oleaje generado por tormentas atlánticas como Erin, el resultado puede ser particularmente peligroso, ya que el agua puede alcanzar zonas donde habitualmente no llega, sorprendiendo a bañistas y causando daños en instalaciones costeras.
Las autoridades locales y los expertos en seguridad marítima recomiendan extremar las precauciones durante estos episodios de temporal. Es fundamental respetar siempre las indicaciones de las banderas y del personal de salvamento, especialmente cuando ondean banderas rojas que prohíben el baño. También aconsejan evitar acercarse a espigones o zonas rocosas donde el oleaje puede ser especialmente peligroso.
En caso de verse atrapado por una corriente de resaca, los expertos recomiendan no luchar directamente contra ella intentando nadar hacia la orilla, sino nadar en paralelo a la costa hasta salir de la influencia de la corriente, y solo entonces dirigirse hacia la playa. Es importante mantener la calma y, si es posible, hacer señales para alertar a los socorristas.
Aunque la tormenta tropical Erin se encuentra actualmente en mitad del océano Atlántico, a miles de kilómetros de la península ibérica, sus efectos pueden sentirse en las costas españolas debido al fenómeno conocido como "mar de fondo". Este tipo de oleaje se genera en aguas profundas por la acción de fuertes vientos y puede viajar grandes distancias, manteniendo gran parte de su energía.
A diferencia del oleaje local, el mar de fondo se caracteriza por olas más regulares y potentes que pueden llegar a costas muy alejadas del fenómeno meteorológico que las originó. En el caso de Cádiz, su exposición directa al Atlántico hace que sea particularmente vulnerable a este tipo de oleaje generado por tormentas tropicales y huracanes que se desarrollan al otro lado del océano.
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