En plena temporada de vacaciones, en la primera semana de agosto, y con la población quintuplicada por el turismo, la rotura de una tubería a primeras horas de la mañana, dejó sin agua unos veinte mil habitantes de El Puerto de Santa María (Cádiz). La avería en la conducción de abastecimiento a la Costa Oeste del Consorcio de Aguas -la principal distribuidora de agua potable en la zona- causó la interrupción del suministro y dejó secos los grifos.

El incidente fue detectado por los servicios municipales a las siete de la mañana, y desde entonces siete mil abonados -o lo que es lo mismo, según las estimaciones, veinte mil personas- se quedaron sin agua en El Puerto durante cinco horas.

La rotura provocó además anegaciones en los aledaños. El agua se estancó formando una gran laguna y también inundó parte de la carretera que une El Puerto con Sanlúcar de Barrameda. Agentes de la Guardia Civil tuvieron que acotar la zona para prevenir posibles accidentes.

Mientras se solventaba la avería por los equipos técnicos, la empresa municipal de aguas, Apemsa, se vio obligada a interrumpir el suministro de agua potable temporalmente en la denominadal Costa Oeste así como a los núcleos urbanos del margen derecho de la citada carretera.

Desde primera hora de la mañana, personal del Consorcio de Aguas, con el apoyo de los técnicos de Apemsa, trabajaron en la zona para resolver la avería y dar suministro lo antes posible. En un primer momento, los operarios de Apemsa realizaron maniobras en las válvulas generales para poder volver a suministrar agua a los afectados desde otras tuberías cercanas. Algunas de estas zonas, una vez restablecido parte del servicio, sobre las 9:30 horas, notaron bajada de presión.

A las 12:30 se consiguió la reparación total de la rotura de la tubería, por lo que la práctica totalidad de la población residente en la zona afectada empezó a tener suministro a esa hora, mientras el resto lo fue haciendo gradualmente.

No es la primera vez, este verano, que la conducción de agua sufre una avedría que ya ha provocado serios inconvenientes y molestias entre la población de uno de los núcleos turísticos claves en la provincia de Cádiz.