Salud llamará a 2.000 mujeres para subsanar los errores del cribado del cáncer de mama

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha comenzado a llamar por teléfono a 2.000 mujeres a las que había realizado una mamografía para explicarles los resultados. Salud ha encontrado una carencia en el protocolo de cribado del cáncer de mama que afecta a la comunicación en aquellos casos no concluyentes en los que había lesiones dudosas y necesitan de vigilancia para observar su evolución.

Este error, del que también se ha informado a la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama (Amama), es el causante de las denuncias que han presentado varias mujeres a las que se les ha desarrollado un tumor sin que tuvieran un aviso del programa de cribado. Fue una denuncia realizada a través de Radio Sevilla la que ha terminado por desvelar este fallo en el que que se ha podido venir incurriendo desde hace 10 años, según fuentes de la Consejería de Salud. Amama, por su parte, sostiene que se quejó al mismo departamento de estos retrasos desde que Jesús Aguirre era consejero. Después de quien hoy es presidente del Parlamento se han sucedido dos consejeros más.

Otras fuentes de la misma Junta sostienen que nunca ha llegado a protocolizarse, pero que el fallo no había sido tan visible porque los hospitales y centros sanitarios actuaban por su cuenta.

Todas las mamografías que realiza el SAS son vistas por hasta tres radiólogos, que las clasifican en tres grados: negativo, en el que no se encuentra ningún tipo de alteración; positivo, para los casos sospechosos, de los que se informa de modo inmediato a la mujer para la realización de otras pruebas que confirmen el diagnóstico, y casos de "lesiones posiblemente benignas" que hay que vigilar su evolución en función de los antecedentes familiares, estilos de vida y otras características que se conocen por una encuesta que se realiza a la usuaria. Lo que el SAS ha detectado es que no se avisaba a todas las mujeres de este tercer grupo o se les llamaba meses después, incluso un año.

El SAS lo ha explicado así: "Las pacientes, que viven ajenas a esta circunstacias, reciben al cabo de meses o de un año una llamada que no esperan para esa segunda cita, fijada por el radiólogo, y sienten alarma, intranquilidad y angustia".

Algunas de este grupo sí habían recibido el aviso de sus hospitales y centros médicos, pero esa comunicación no está recogida en el protocolo. Según una fuente del SAS, la mayor parte de esos casos en duda, en un 98%, evolucionan como benignos y un 2% derivan en un tumor.

Es posible que algunas de las 2.000 mujeres a las que el SAS va a llamar ya hayan recibido una consulta posterior, pero con ello se quiere acabar con el problema de modo pleno. Al no ser obligatorio el aviso, no queda constancia en el historial clínico, de ahí que se haya optado por telefonear a todos. Se espera que esta comunicación haya concluido en una semana.

Además de ello, el SAS ya ha modificado el protocolo para que, en esos casos que hay que vigilar la evolución, se comunique a la usuaria. Alrededor de 1,3 millones de andaluzas están inscritas en un programa que realiza casi medio millón de mamografías al año. Cada una de las mujeres de entre 49 y 71 años pasa por esta prueba cada dos años en un programa que cuenta con una aceptación del 75%.

La consejera de Salud, Rocío Hernández, ha admitido que es normal que las mujeres afectadas se hayan sentido intranquilas. "Hay que corregirlo porque se puede corregir", ha añadido. "En Andalucía -ha indicado-, tenemos un programa de cribado de mama sólido y protocolizado que funciona bien".

Del medio millón de mujeres que pasan cada año por el programa, unas 2.100 dan positivo con casos sospechosos de cáncer. Se trata de un programa consolidado en Andalucía desde 1995, que ha crecido de forma progresiva. El número de mamógrafos también ha ido aumentando. En el año 2023 se compraron 28 equipos; en 2024 otros 33, y en 2025 fueron cuatro más. Este incremento ha permitido también un aumento progresivo de la actividad: de unas 440.000 citas gestionadas en 2022 se ha pasado a 848.000 en los nueve primeros meses de 2025, lo que supone un 48% más en cuatro años.